Un funcionario de aduanas canadiense, que compareció en relación con el procedimiento de extradición de una ejecutiva de Huawei arrestada a fines de 2018 a pedido de Estados Unidos, dijo este jueves que temía que ella dispusiera de “recursos” para irse discretamente Canadá.
Meng Wanzhou, de 48 años y directora financiera del gigante chino de las telecomunicaciones, fue arrestada el 1 de diciembre de 2018 en el aeropuerto de Vancouver por las autoridades canadienses, a solicitud de Estados Unidos, que la acusa de haber eludido las sanciones estadounidenses contra el Irán.
La defensa de Meng, hija del fundador de Huawei, intenta demostrar durante nuevas audiencias en la corte de Vancouver que sus derechos fueron violados durante su arresto, lo que Canadá niega.
Meng sostiene que en el momento de su detención fue interrogada durante tres horas sin un abogado presente y sin saber por qué, y tuvo que entregar las contraseñas de sus dispositivos electrónicos a los funcionarios de aduanas, quienes las transmitieron a la policía federal canadiense.
Esta última los habría enviado luego al FBI estadounidense, según sus abogados, que denuncian “colusión” entre las autoridades canadienses y la policía federal estadounidense.
El jueves, Sowmith Katragadda, un oficial de los servicios fronterizos canadienses que interrogó a la ejecutiva a su llegada a Vancouver, dijo que sus preguntas se habían limitado a determinar si ella estaba autorizada a ingresar a Canadá de acuerdo con la ley de inmigración, y eso incluía las consultas relativas a las actividades de Huawei en Irán y Estados Unidos.
Sus preguntas, dijo, no estaban relacionadas con las acusaciones de fraude y nunca recibió instrucciones del FBI.
Katragadda dijo que había pospuesto el interrogatorio de Meng para que ello no retrasara su arresto por parte de la policía canadiense.
“Si es liberada, la señora Meng ciertamente tendría los recursos para salir de Canadá”, dijo.
Meng Wanzhou es “una alta gerente de una de las compañías más grandes del mundo y Canadá es un país muy grande con muchos aeropuertos pequeños”, explicó.
Ella habría podido ir “muy fácilmente” a uno de estos aeropuertos y salir de Canadá “si hubiera decidido hacerlo”, dijo el oficial.
El jueves más temprano, Winston Yep, el policía que firmó la orden de arresto y detuvo a Meng, dijo que temía que ella se resistiera y tuviera un cuchillo o un guardaespaldas para defenderla físicamente.
Su arresto, seguido días después por la detención en China de dos canadienses acusados de espionaje, provocó una grave crisis diplomática entre Pekín y Ottawa.
(Con información de AFP)
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