Australia no cederá ante las presiones de China, afirmó el jueves su primer ministro Scott Morrison, después de que el gigante asiático publicara una lista de quejas contra Canberra y subrayara que las relaciones bilaterales son cada día más tensas.
Un responsable chino envió a la prensa australiana un dossier con 14 temas que envenenan las relaciones con Australia, haciéndose eco en gran medida de las quejas transmitidas por el Ministerio de Relaciones Exteriores en Beijing en los últimos días. Las quejas chinas incluyen desde leyes en materia de injerencia extranjera hasta decisiones que afectan a las inversiones chinas, como el hecho de que Canberra haya dejado al gigante chino de las telecomunicaciones Huawei fuera del despliegue de la 5G en la inmensa isla.
“En Australia siempre seremos nosotros mismos”, dijo Morrison en una entrevista televisiva el jueves con Nine Network. “Siempre estableceremos nuestras propias leyes y nuestras propias reglas de acuerdo con nuestros intereses nacionales, no a instancias de ninguna otra nación, ya sea Estados Unidos, China o cualquier otra”.
El documento chino también reprocha a Australia que se “alinee con Estados Unidos” en los diferendos entre Washington y Beijing y que “propague la desinformación” sobre la pandemia del nuevo coronavirus.
Un funcionario del gobierno chino dijo en una sesión informativa con un periodista que el país estaba enojado y que se convertiría en un enemigo si el país hacía de China un enemigo, según el Sydney Morning Herald.
China está ejerciendo una mayor presión sobre Australia a través de sanciones comerciales y represalias, ya que critica una serie de políticas australianas. Si bien los vínculos diplomáticos con el aliado de Estados Unidos han estado congelados desde abril, cuando el gobierno de Morrison pidió a investigadores independientes que ingresaran a Wuhan para investigar los orígenes del coronavirus, la visita del primer ministro a Japón esta semana para firmar un nuevo pacto de defensa ha exacerbado las tensiones.
Morrison, quien dijo el jueves que había visto el “documento no oficial que salió de la embajada de China”, agregó en la entrevista televisiva que los valores, la democracia y la soberanía de Australia “no son negociables”. Su gobierno ha calificado las represalias comerciales chinas lanzadas este año como “coerción económica”.
Los lazos entre los principales socios comerciales se han tensado desde 2018 cuando Canberra prohibió a Huawei construir su red 5G e introducir leyes contra la interferencia extranjera destinadas a detener la “intromisión” de Beijing en los asuntos internos.
Estados Unidos se pronunció sobre este malestar entre Australia y China y su consejo de seguridad nacional declaró el jueves en Twitter que “Beijing está enojado por las medidas tomadas por Australia para proteger su soberanía y para contrarrestar el espionaje de China”.
“Es alentador ver cómo un número creciente de países imitan a Canberra y toman este tipo de medidas”, agregó el tuit.
China, primer socio comercial de Australia, suspendió recientemente un importante volumen de importaciones de productos australianos, entre ellos carne bovina, cebada y madera.
Apertura del APEC
El nuevo choque entre los dos países ocurre el mismo día de la apertura del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés), que congrega a 21 economías de la cuenca del Pacífico, y una semana después de la firma del acuerdo comercial más grande del mundo impulsado por Beijing.
En la apertura del foro, el presidente chino Xi Jinping presentó a su país como el motor del comercio mundial y prometió “abrir aún más las puertas” de su mercado nacional.
El poder comunista chino reitera a menudo este compromiso, a pesar de que no duda en utilizar el arma económica para ejercer una presión política cuando le es necesario.
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