Los médicos ingleses lidian con la posibilidad de un turno de siete días y trabajar con refrigeradores a 75 grados bajo cero mientras se preparan para un desafío logístico sin precedentes: el despliegue de las vacunas COVID-19.
El ministro de Salud, Matt Hancock, quiere que el Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés) del Reino Unido esté listo para comenzar a vacunar a la población el 1 de diciembre próximo. No obstante, indicó que el escenario central es que el grueso del despliegue se produzca el próximo año.
Cualquier distribución de vacunas también requerirá la aprobación de la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA, en inglés).
El miércoles pasado, el director del NHS, Stephen Powis, confirmó que los médicos, las farmacias y los centros de inoculación a gran escala podrían participar en el lanzamiento de la vacuna, y que se darán más detalles en los próximos días.
“Habrá algunos centros de inmunización de vacunas organizados a nivel nacional, que serán grandes centros, probablemente gestionados por el ejército”, aseguró a Reuters Steve Mowle, médico de cabecera en ejercicio y tesorero honorario del Colegio Real de Médicos.
“El desafío de esta tarea es aún mayor que el programa de inmunización contra la gripe”, agregó.
Alemania estudia emplear los pabellones de ferias y las terminales de los aeropuertos como centros de vacunación masiva, mientras que Italia planea apoyarse en su actual red de médicos de cabecera. Pero en muchos países los detalles de cómo se inoculará a la población son todavía escasos.
Un portavoz del Ministerio de Salud británico afirmó que se han puesto en marcha herramientas logísticas adicionales, como transporte y equipo, y que se ha aumentado la plantilla.
“Se ha llevado a cabo una gran planificación para asegurar que nuestro servicio de salud esté listo”, indicó el vocero. “Publicaremos más detalles sobre nuestros planes de despliegue a su debido tiempo”, añadió.
“Talento” y “Coraje”
En ausencia de nombres comerciales, el NHS utiliza nombres en clave para referirse a las dos candidatas a la vacuna que se espera sean las primeras disponibles.
En las diapositivas de un seminario web dirigido a profesionales de la salud e impartido por el NHS, al que tuvo acceso Reuters, la vacuna candidata de Pfizer y BioNTech -que utiliza la tecnología de ARN mensajero- se denomina “vacuna del coraje”, mientras que la desarrollada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca se la conoce como “vacuna del talento”.
Reino Unido ha pedido 40 millones de dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech, que registró una eficacia del 95% en los resultados finales de las pruebas publicadas el miércoles pasado, y 100 millones de la producida por Oxford/AstraZeneca, que se espera que publique datos de su eficacia en las próximas semanas.
CON INFORMACIÓN DE REUTERS
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