El Reino Unido ya atravesó la mitad del confinamiento ordenado a inicios de noviembre (en Inglaterra y Gales) y comienza a sentir el inicio de la temporada navideña, pero científicos lanzaron advertencias que las reuniones sociales de fin de año podrían desperdiciar todo el sacrificio realizado y aumentar considerablemente las muertes por la pandemia de coronavirus.
“No tiene sentido tener una muy feliz Navidad y luego enterrar a amigos y familiares en enero y febrero. Necesitamos pensar muy seriamente en Navidad y cómo la vamos a pasar. Es muy peligroso, una oportunidad para que el virus se propague”, advirtió el profesor Gabriel Scally, experto en salud pública de la Universidad de Bristol, en entrevista con la cadena ITV.
Scally se manifestó así en contra de las propuestas para liberar las actividades casi con plenitud a partir del 2 de diciembre, cuando terminan las medidas vigentes. “No hemos hecho nueve meses de sacrificios para tirarlo todo por la borda en Navidad”, añadió en su cuenta de Twitter.
Con casi 52.000 muertos confirmados por covid-19, el Reino Unido es el país más castigado de Europa por la pandemia.
Los planes del gobierno y el deseo de Boris Johnson
El gobierno por ahora no ha definido sus planes. El secretario de Defensa, Ben Wallace, dijo que no quería ser el “Grinch que robó la Navidad”, admitiendo la posibilidad de aperturas, pero recalcó que el objetivo es proteger vidas. “El 2 de diciembre se tomarán las decisiones e intentaremos conseguir ese equilibrio, pero en última instancia, intentaremos asegurarnos de proteger nuestro NHS (sistema sanitario) y salvaguardar vidas”, explicó.
Por su parte, Boris Johnson, actualmente en aislamiento por un contacto estrecho, ha dicho que su intención es tratar de permitir que las familias se reúnan a fines de diciembre en el cierre de un año difícil para todos, pero aclaró que no sería una Navidad “normal”.
No quiero ser el Grinch que se robe la Navidad
De hecho, los estudiantes universitarios tendrán una “semana de viaje” para que pasen las fiestas en familia. Del 3 al 9 de diciembre, podrán retornar a sus hogares para continuar las clases en modo virtual.
Por su parte, los negocios ansían una liberación para no perder las ventas de la temporada, teniendo en cuenta que Reino Unido es el mayor consumidor per cápita de Europa para las fiestas navideñas (unos 639 euros), lo que le da un gran impulso al sector minorista: las ventas de diciembre constituyen generalmente alrededor del 12% del total anual, casi un 50% superior a la media mensual.
En ese sentido, el profesor Andrew Hayward, experto en enfermedades infecciosas del University College London y miembro del equipo médico que asesora al gobierno, advirtió contra los planes propuestos, afirmando que suponían un riesgo “sustancial” de propagación del coronavirus a los ancianos y otros grupos vulnerables.
Según sostuvo, los planes le dan demasiada importancia a tener unas fiestas que parezcan normales. “Sabemos que las infecciones respiratorias alcanzan su punto máximo en enero, por lo que tirar combustible al fuego en Navidad sólo puede contribuir a ello”, dijo al programa Today de la BBC Radio 4. “Sería trágico desperdiciar esa oportunidad y los logros que hemos conseguido durante el cierre tratando de volver a la normalidad durante las fiestas”, añadió.
(Con información de AFP y Reuters)
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