Suecia, que lleva adelante una estrategia menos estricta que la mayoría de los países europeos ante la pandemia de covid-19, anunció este lunes que limitará las reuniones públicas a un máximo de ocho personas, una medida que toma por primera vez ante el alza de los contagios.
Las reuniones, que hasta podían ser de 50 a 300 personas según el caso, pasarán a ser de ocho individuos a partir del 24 de noviembre, una medida “necesaria” para hacer bajar la curva de contagios, justificó el primer ministro Stefan Löfven en una conferencia de prensa.
El mandatario justificó la medida por el menor cumplimiento de las recomendaciones, algo que considera “comprensible” por la larga duración de la pandemia, pero resaltó la importancia de actuar con rapidez para limitar el contagio, aunque sea con una decisión “sin parangón en tiempos modernos”. “La situación en nuestro país es complicada y a la vez sencilla: vivimos en un tiempo de pruebas. Y va a empeorar. Cumple con tu deber, asume tu responsabilidad para frenar la propagación. No vayas al gimnasio, ni a la biblioteca, ni a cenar, ni a fiestas. Quédate en casa”, dijo Löfven dos veces en comparecencias digitales.
Se trata de una de las raras prohibiciones decididas por el país escandinavo, cuya estrategia particular y atípica lo ha puesto en los últimos meses bajo la mirada de todo el mundo. La estrategia contra el coronavirus de Suecia, el más castigado en Escandinavia, ha sido hasta ahora más laxa que la de sus vecinos.
El país, con 10,3 millones de habitantes, ha desarrollado una estrategia sanitaria sin mascarillas, ni confinamiento ni cierre de tiendas, pero llamó a la población a limitar en todo lo posible los contactos y a teletrabajar.
Estas “recomendaciones” son consideradas reglas pero no van acompañadas de medidas coercitivas o sanciones, económicas u otras, salvo en lo que respecta a las reuniones públicas.
A nivel privado, esto último también tiene el carácter de una recomendación y no una prohibición en el sentido estricto.
Los restaurantes y bares también continuarán manteniendo su autorización para acoger a más de ocho personas, pero no más de ocho por cada mesa.
Frente a la segunda oleada de la pandemia, las autoridades suecas ya habían introducido el mes pasado nuevas recomendaciones regionales y más estrictas, que consisten sobre todo en limitar el contacto fuera del hogar y evitar los lugares cerrados. Actualmente se aplican en todo el país.
El ejecutivo también anunció la semana pasada la prohibición de la venta de alcohol a partir de las 22, hora local, hasta el mes de febrero.
Además, en Estocolmo y Gotemburgo (oeste), las visitas a residencias para ancianos -afectadas en gran medida durante la primera ola del coronavirus-, están nuevamente prohibidas.
El balance de muertes ha comenzado a empeorar en los últimos días en Suecia: el viernes, fecha de la última publicación, se anunciaron casi 6.000 nuevos casos y 42 muertes más, lo que lleva el total a más de 177.000 infectados y 6.164 decesos.
Tras una dura primavera, en la que Suecia registró cinco veces más muertos que Dinamarca y diez más que Noruega, aunque con una mortalidad inferior a la de los países más castigados de Europa, la situación mejoró mucho en verano y los niveles de contagio llegaron a situarse por debajo del resto de países nórdicos.
Pero las cifras se han disparado las dos últimas semanas, y los datos más recientes del Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) reflejan 511,9 nuevos casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, el doble que Dinamarca y más que Holanda y el Reino Unido, entre otros.
“El rápido incremento que hemos visto en Europa ha llegado aquí con mucha fuerza. La carga en la Sanidad ha aumentado de forma clara y eso habla de un contagio creciente”, aseguró el director de la Agencia de Salud Pública, Johan Carlson, quien además afirmó que la regla básica debe ser “renunciar a todo lo que no sea absolutamente necesario”.
Las autoridades suecas permitían desde principios de este mes hasta 300 personas sentadas en eventos públicos, aunque varias regiones ya habían rebajado de nuevo el máximo a 50 al registrar un aumento del contagio.
Con información de AFP y EFE
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