Para 2030, la ONU estima que el 50 por ciento de la población mundial vivirá en áreas costeras propensas a inundaciones, tormentas y tsunamis, por lo que reclama “fortalecer los sistemas de preparación, evaluación de riesgos y alertas para salvar la vida de millones de personas en el futuro”.
Con motivo del Día Mundial de Concienciación sobre los Tsunamis, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha incidido en la necesidad de fortalecer “la gobernanza del riesgo de desastres”, para ayudar a “desarrollar nuestra resiliencia frente a todos los peligros, tanto naturales como de origen humano”.
“Cuando ocurre un tsunami se pone a prueba de forma patente la gobernanza y las instituciones que se han establecido para gestionar el riesgo de desastres”, ha señalado tras destacar que gracias a las alertas tempranas se ha logrado reducir considerablemente la pérdida de vidas por este tipo de desastres.
Guterres también ha hecho referencia a la metáfora entre “lo que algunos describen como un tsunami de muerte y enfermedad debido a la COVID-19”, que surge “con naturalidad porque en nuestra memoria sigue profundamente grabado el recuerdo de la peor catástrofe repentina de este siglo: el tsunami ocurrido en el océano Indico en 2004, que se cobró más de 227.000 vidas”.
Aunque son fenómenos poco frecuentes, los tsunamis puede ser extremadamente mortales, reseña Naciones Unidas. En los últimos cien años un total de 58 tsunamis han provocado la muerte de más de 260.000 personas.
Entre las causas del aumento del riesgo de tsunamis en gran parte del mundo se encuentra la rápida urbanización y el aumento del turismo en las regiones propensas a estos fenómenos naturales.
El representante esencial de Guterres para la Reducción del Riesgo de Desastres, Mami Mizutori, ha enfatizado la importancia de la gobernanza del riesgo ante los tsunamis. “La prevención salva vidas”, ha subrayado.
“Una visión clara, orientación, coordinación y competencia son esenciales para el éxito de la concienciación sobre tsunamis en todo el mundo. Se salvarán vidas, se reducirán los heridos y se salvará la economía si hacemos la planificación correcta”, ha especificado Mizutori.
Con información de Europa Press
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