Una niña de cuatro años de edad ha sido rescatada con vida este martes después de pasar casi cuatro días bajo los escombros en la ciudad costera de Esmirna (Turquía), la más afectada por el terremoto de magnitud 6,8 que se registró el pasado viernes frente a la costa Egea.
La niña, Ayla Gezgin, estaba sentada en la cocina de un edificio derruido cuando llegaron los equipos de rescate, en un hueco que había quedado intacto entre la encimera y la lavadora, según contó uno de los profesionales que la atendieron a la cadena de televisión NTV.
“Escuchamos una voz, preguntamos quién había y respondió: ‘Soy Ayla, estoy bien’. Le dijimos ‘Espera que te sacamos’, y avanzamos hacia donde estaba”, relató uno de los trabajadores que la sacaron de los escombros.
Según el hombre, la niña estaba consciente y sin daño aparente: “No le había pasado nada, estaba sentada y esperando”.
Se cree que la madre de la niña, Fidan Gezgin, sigue aún bajo los escombros, mientras que su padre, Ugur, ex árbitro de fútbol, se salvó y ya está con ella.
El balance del fuerte sismo que sacudió el oeste de Turquía la semana pasada subió a 100 muertos el martes, informó la agencia de gestión de emergencias y desastres (AFAD) del país.
El terremoto, de magnitud 7, causó 994 heridos, de los que 147 siguen en el hospital, según este ente gubernamental.
Los equipos de rescate seguían este martes buscando a supervivientes entre los escombros de cinco edificios derrumbados, agregó la agencia.
El terremoto se produjo el viernes por la tarde en el mar Egeo, al suroeste de Esmirna, la tercera mayor ciudad de Turquía, y cerca de la isla griega de Samos.
Además de las víctimas mortales en Turquía, el sismo causó dos muertos en la isla de Samos.
Con información de EFE y AFP
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