El israelí Segev Harel fue hoy el primer voluntario en recibir la vacuna contra la COVID-19 que comienza la fase de pruebas en humanos en Israel, tras desarrollar con éxito una respuesta inmunitaria eficaz en animales.
Al comienzo de la pandemia, Netanyahu encargó al Instituto de Investigación Biológica de Israel (IIBR) que desarrollara una vacuna contra el virus.
“Tenemos muchas esperanzas en el desarrollo de esta vacuna por parte del Instituto de Investigación Biológica de Israel”, declaró a la Radio del Ejército el director general del Ministerio de Salud, Hezi Levy.
Benny Gantz, titular de Ministerio de Defensa del que depende el Instituto (IIBR, por sus siglas en inglés), visitó al primer voluntario en el hospital Sheba, cerca de Tel Aviv, donde estará vigilado durante las primeras horas antes de ser dado de alta.
“Podemos ver la luz al final del túnel”, dijo por su parte el primer ministro Benjamin Netanyahu.
Un segundo voluntario, en el Centro Médico Hadassah en Jerusalén, recibió la vacuna el domingo. Aner Ottolenghi, de 34 años, animó a tantas personas sanas como fuera posible a ofrecerse como voluntarias, según un comunicado de Hadassah.
Los dos participantes recibirán seguimiento durante tres semanas para evaluar los resultados. De concluir con éxito, los ensayos se ampliarán a ochenta israelíes de entre 18 y 55 años.
En diciembre está prevista una segunda etapa con 960 voluntarios mayores de edad en varios centros médicos de todo el país. La tercera y última, programada para los meses de abril y mayo de 2021, incluye las pruebas en 30.000 participantes, antes de recibir la autorización para su uso masivo.
La vacuna ya tiene nombre comercial: ‘BriLife’, un juego de siglas entre el término “salud” en hebrero (briut), la abreviatura de Israel (il) y la palabra inglesa “life”, vida.
El Instituto prevé producir quince millones de vacunas tanto para ciudadanos israelíes como para “los vecinos cercanos” de la región.
Además, Netanyahu adelantó hoy que al mismo tiempo que comienza el experimento Israel negocia para comprar más vacunas que se están desarrollando en otras partes del mundo.
La vacuna israelí, probada con éxito en pequeños animales (ratones, hámsteres y conejos) y en grandes (cerdos), está desarrollada a partir de un virus existente: el VSV, virus de la estomatitis vesicular.
El ensayo israelí es uno de los 40 “candidatos a vacunas” que se están probando en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Diez se encuentran en la etapa más avanzada, donde la efectividad se mide a gran escala en decenas de miles de voluntarios.
El inicio de las pruebas en Israel coincidió con un relajamiento de las restricciones dictadas para frenar la segunda ola.
Después de un pico de más de 10.000 casos por día en septiembre, entonces la tasa de infección per cápita más alta del mundo, el número de casos en Israel ha caído por debajo de mil por día, según datos oficiales.
La covid-19 ha matado a más de 2.541 personas en Israel de un total de 314.000 casos confirmados, según muestran las cifras oficiales.
El domingo, los niños de la escuela primaria pudieron regresar a clases.
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