Miles de personas enloquecieron en Twitter por un conjunto de fotos que muestran al zar Nicolás II nadando desnudo en el parque de Tsarskoye Selo, residencia de la familia imperial rusa cerca de San Petersburgo.
Las imágenes vieron la luz por primera vez en 2018 gracias al proyecto #Romanovs100 del Archivo Estatal Ruso, publicado por el centenario del exterminio de la familia Romanov durante la Revolución Rusa.
Y este viernes explotaron en las redes sociales luego de que Marina Amaral, una artista brasileña conocida por sus coloraciones de fotos históricas en blanco y negro, las exhibiera en un tuit que ya fue celebrado con un Me Gusta por unas 12.000 personas.
“Fue un hallazgo inesperado y juro que ni siquiera estaba haciendo una búsqueda tan específica. Es el zar Nicolás II. Nadando. Desnudo. En Tsarskoye Selo”, comentó Amaral en su publicación. Y añadió, en otro tuit: “Estas fotos fueron descubiertas por #Romanovs100. Justo cuando crees que tienes amigos de verdad, descubres que nunca te dijeron que estas fotos existían”.
Las imágenes provocaron diversas reacciones entre los usuarios de Twitter y, entre las bromas, algunos vieron el aspecto físico del último zar de Rusia como una motivación para volver al gimnasio mientras que otros incluso pidieron que vuelva la monarquía en todo el mundo para que haya figuras como la de Nicolás II dominando a los pueblos.
Las investigaciones sobre la historia del zar Nicolás II y su familia revelaron que eran fanáticos de la fotografía y que llegaron a tener una de las primeras cámaras portátiles Kodak del mundo. El proyecto Romanovs100 descubrió miles de fotos que muestran sus vidas públicas y privadas y ofrecen una fascinante mirada al crepúsculo del Imperio Ruso, desvanecido hace más de un siglo.
EL FIN DE UNA DINASTÍA
La noche del 16 de julio de 1918, el emperador ruso Nicolas II, la emperatriz Alexandra Fiodorovna, las princesas Olga, Tatiana, María y Anastasia, el príncipe Alexei, el médico de la corte Evgueni Botkin, el ayuda de cámara Alexei Trupp, la camarera Ana Demidova y el cocinero Ivan Jaritonov fueron fusilados en el sótano de una casa de Ekaterimburgo por un grupo bolchevique.
Alexei y María tenían, respectivamente, 13 y 19 años de edad en el momento de su muerte.
Los posibles restos del zar y de sus familiares fueron hallados por unos investigadores disidentes en 1979, pero por temor a las represalias, guardaron ese hecho en secreto durante 10 años y lo hicieron público solo en 1989, durante la Perestroika.
En 1998, en la catedral de San Pablo y San Pedro de San Petersburgo, los fragmentos óseos fueron sepultados, aunque la Iglesia Ortodoxa rusa no los reconoció como pertenecientes a la última familia real por falta de pruebas, y en 2015 se reanudó la investigación sobre la autenticidad de dichos restos.
Entre medias, en el año 2000, el Concilio Episcopal de la Iglesia Ortodoxa Rusa canonizó a todos los miembros de la familia.
En julio de 2018 el Comité de Investigación ruso confirmó que los restos de las personas hallados cerca de Ekaterimburgo pertenecían a la familia Romanov y a su séquito.
Con información de EuropaPress
Seguir leyendo: