El Asesor en Seguridad Nacional del gobierno de Estados Unidos, Robert O’Brien, pidió este viernes a Azerbaiyán y Armenia que acepten el despliegue de una fuerza de paz proveniente de países escandinavos en Nagorno-Karabaj para mantener así el cese al fuego.
“Ambos bandos deben aceptar un alto al fuego y sentarse en la mesa de negociaciones sin precondiciones. Esto es especialmente cierto en el caso los azeríes, que se han mostrado como los más renuentes a un cese al fuego incondicional”, dijo O’Brien durante un encuentro con representantes de la comunidad armeia en Los Angeles, Estados Unidos.
El último cese al fuego acordado por las partes, con mediación de Estados Unidos, la semana pasada colapsó a comienzos de esta semana y los combates recrudecieron.
“Creemos que ambos bandos deben aceptar el despliegue de una fuerza de paz proveniente de países escandinavos y estamos trabajando con gobiernos escandinavos para formar una fuerza de paz que pueda ser desplegada en la región para mantener el alto al fuego”, señaló, sin precisar a cuáles se refería.
Desde mediados de septiembre Azerbaiyán y la República de Artsaj, apoyada por Armenia, protagonizan un conflicto armado en la zona de Nagorno-Karabaj en el Cáucaso, controlada por Artsaj pero reclamada por ambos. Se cree que el conflicto se inició con el ataque de las tropas azeríes desde el norte y el sur sobre los territorios tras una serie de incidentes fronterizos.
Nagorno-Karabaj, habitada mayormente por armenios y reclamada históricamente por Armenia, formó parte de Azerbaiyán durante gran parte del siglo XX. Cuando ambos países se independizaron de la Unión Soviética, pelearon una cruenta guerra por su control que culminó en 1994 con un alto al fuego y el surgimiento de la República de Artsaj, reconocida sólo por Armenia, en el territorio. Desde entonces las tensiones han quedado latentes.
“Es difícil pensar un acuerdo de alto al fuego duradero que no involucre a una fuerza de paz armada y multinacional. Esta no debe incluir a copresidentes del Grupo de Minsk, incluyendo a los Estados Unidos, ni a países limítrofes”, consideró O’Brien.
El Grupo de Minsk fue conformado en 1992 para mediar entre Azerbaiyán y Armenia en el conflicto por Nagorno-Karabaj. Sus copresidentes son Estados Unidos, Francia y Rusia, y completan la lista de miembros Bielorrusia, Alemania, Italia, Suecia, Finlandia y Turquía.
“Cualquier mediación de parte de Turquía, o su participación en la fuerza de paz, será inaceptable para Estados Unidos y para Armenia”, señaló O’Brien.
Desde el inicio del conflicto, Turquía ha dado su apoyo político y militar a Azerbaiyán y se cree que Ankara incluso desplegó guerrilleros sirios en la región y en apoyo de Bakú.
“A pesar de que lo han negado, hay reportes creíbles de que Turquía ha desplegado combatientes de la guerrilla del Ejército Nacional Sirio en el conflicto”, indicó el asesor del presidente Donald Trump, en referencia al principl grupo aliado de Ankara en la Guerra Civil Siria.
“Azerbaiyán tiene asistencia técnica y asesoramiento de Turquía, lo que le ha dado una ventaja hasta el momento”, agregó, en referencia a los numerosos reportes sobre un avance rápido de las tropas azeríes en Nagorno-Karabaj.
Artsaj, en cambio, cuenta con el apoyo de Armenia, que a su vez mantiene una alianza militar con Rusia. Moscú, sin embargo, se ha mantenido mayormente en los márgenes del conflicto.
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