Más de 500.000 nuevos casos de coronavirus se registraron en todo el mundo en las últimas 24 horas, una cifra que constituye un nuevo récord diario de infecciones, según datos de las autoridades nacionales recopilados por AFP y con informaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En total, se anunciaron 516.898 nuevas infecciones y 7.723 muertes, según el recuento compilado el miércoles.
Desde que la oficina de la OMS en China dio cuenta de la aparición de la enfermedad en diciembre, la pandemia de SARS-CoV-2 ha provocado al menos 1.168.750 muertos en el mundo, mientras más de 44.056.470 personas contrajeron la enfermedad. De ellas al menos 29.694.100 se recuperaron, según las autoridades.
Los países que más fallecidos registraron en la jornada pasada según los últimos balances oficiales son Estados Unidos con 928, México (643) y Brasil (549).
La cantidad de muertos en Estados Unidos asciende a 226.723 con 8.779.794 contagios. Las autoridades consideran que 3.487.666 personas sanaron.
Después de Estados Unidos, los países con más víctimas mortales son Brasil con 157.946 muertos y 5.439.641 casos, India con 120.010 muertos (7.990.322 casos), México con 89.814 muertos (901.268 casos) y Reino Unido con 45.365 muertos (917.575 casos).
Entre los países más golpeados, Perú registra la mayor tasa de mortalidad, con 104 decesos por cada 100.000 habitantes, seguido de Bélgica (95), España (75) y Brasil (74).
China, sin tener en cuenta los territorios de Hong Kong y Macao, registró un total de 85.868 personas contagiadas, de las que 4.634 murieron y 80.936 sanaron totalmente.
El miércoles a las 11H00 GMT y desde el comienzo de la epidemia, América latina y el Caribe sumaban 395.320 fallecidos (11.059.786 contagios), Europa 268.359 (9.423.884), Estados Unidos y Canadá 236.719 (9.001.798), Asia 167.825 (10.321.120), Medio Oriente 57.553 (2.475.896), África 41.956 (1.739.674), y Oceanía 1.018 (34.314).
Preocupación por la segunda ola
Mientras tanto, Europa lidia con una segunda ola que amenaza con volver a saturar las unidades de terapia intensiva y dar un golpe la recuperación económica, ya de por sí difícil. El acelerado avance de la pandemia de covid-19 en el Viejo Continente llevará a Francia y Alemania a anunciar este miércoles un endurecimiento de sus medidas sanitarias, siguiendo el ejemplo de otros países como Italia, donde crece el malestar ante restricciones cada vez más draconianas.
A diferencia de Europa, los comerciantes de Melbourne, en el sur de Australia, sintieron un enorme alivio este miércoles cuando las tiendas y los restaurantes pudieron reabrir después de más de tres meses de cierre.
En América Latina, donde el coronavirus azota con dureza, la situación es también complicada en varios países, como Argentina, sumida en una crisis de grandes proporciones.
Mientras tanto, todo el mundo está a la espera de la vacuna y la carrera científica por lograr la primera se acelera.
Rusia ya pidió a la Organización Mundial de la Salud (OMS) la “precalificación” de su vacuna, prometiendo que será “accesible a todos en un periodo más corto que los convencionales”.
El laboratorio Pfizer, que tiene previsto solicitar una autorización para una vacuna antes de finales de noviembre en Estados Unidos, pidió el martes “paciencia” después de haber indicado que los resultados esperados esta semana aún no estaban listos.
Por su parte, los laboratorios Sanofi y GSK anunciaron el miércoles que pondrán 200 millones de dosis de vacuna a disposición del programa internacional lanzado por la OMS y cuyo objetivo es ayudar a garantizar un acceso equitativo a las futuras vacunas contra el covid-19.
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