Un tratado internacional que prohíbe las armas nucleares fue ratificado por Honduras, el país número 50 en avalarlo, lo que permitirá su entrada en vigor en 90 días, dijo el sábado un funcionario de la ONU.
“Hoy es un día de victoria para la humanidad y una promesa para salvar el futuro”, dijo Peter Maurer, presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), en un comunicado. Otras ONG acogieron también con satisfacción este logro.
Otras ONG también dieron la bienvenida a la noticia, incluida la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN), una coalición que ganó el Premio Nobel de la Paz 2017 por su papel clave en la realización del tratado. “Honduras acaba de ratificar el Tratado como el estado número 50, lo que provocó la entrada en vigor y hace historia”, dijo ICAN en su tuit.
ICAN dijo en un comunicado que “podemos esperar que las empresas dejen de producir armas nucleares y que las instituciones financieras dejen de invertir en empresas productoras de armas nucleares”. La directora ejecutiva de la coalición, Beatrice Fihn, lo llamó “un nuevo capítulo para el desarme nuclear”.
“Décadas de activismo han logrado lo que muchos decían que era imposible: las armas nucleares están prohibidas”, añadió.
El Tratado sobre la Prohibición de Armas Nucleares, que prohíbe el uso, desarrollo, producción, prueba, estacionamiento, almacenamiento y amenaza de uso de tales armas, fue adoptado por la Asamblea General de la ONU en julio de 2017 con la aprobación de 122 países. Ahora se espera que entre en vigor en enero de 2021.
El 75 aniversario de los ataques con bombas nucleares en Nagasaki e Hiroshima, celebrado en agosto, vio a una ola de países ratificar el tratado en los últimos meses. Entre ellos se encuentran Nigeria, Malasia, Irlanda, Malta y Tuvalu. Mientras tanto, Tailandia, México, Sudáfrica, Bangladesh, Nueva Zelanda, Vietnam y el Vaticano se encuentran entre los países que ya habían ratificado el tratado.
El puñado de estados con armas nucleares, incluidos Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, China y Rusia, no han firmado, sin embargo, el tratado.
Sin embargo, los activistas esperan que su entrada en vigor tenga el mismo impacto que los tratados internacionales anteriores sobre minas terrestres y municiones en racimo, trayendo un estigma a su almacenamiento y uso y, por lo tanto, un cambio de comportamiento incluso en los países que no se suscribieron.
Los estados poseedores de armas nucleares, por su parte, sostienen que sus arsenales sirven de disuasión y dicen que están comprometidos con el Tratado de No Proliferación de armas nucleares, también conocido como Nueva START. El mismo limita el número de armas nucleares estratégicas, con un máximo de 1.550 cabezas nucleares y 700 sistemas balísticos para cada una de las dos potencias, en tierra, mar o aire.
Con información de AFP
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