En el 70° aniversario de la entrada de las tropas chinas a la Guerra de Corea para luchar contra el Ejército estadounidense, el presidente de China, Xi Jinping, aseguró que su país nunca permitirá que se socaven sus intereses de soberanía, seguridad y desarrollo.
Xi no se refirió directamente a Estados Unidos, nación con la cual las relaciones se han hundido a su nivel más bajo en décadas por disputas que van desde el comercio y la tecnología hasta los derechos humanos y el coronavirus. Taiwán se ha convertido en un punto creciente de contención y tensión militar.
“Que el mundo sepa que no se puede jugar con China”, expresó el líder del regimen chino en el Gran Salón del Pueblo, citando a Mao Zedong, el padre fundador de la República Popular China.
En un discurso con tienes nacionalistas, el mandatario afirmó que China está lista para el conflicto y los esfuerzos globales para contener a Beijing fracasarían. “Nunca permaneceremos de brazos cruzados cuando nuestra soberanía esté amenazada y no permitiremos nunca a ningún ejército invadir o dividir a nuestro país”, añadió.
“El pueblo chino no creará problemas, pero tampoco tenemos miedo, y no importa las dificultades o desafíos que enfrentemos, nuestras piernas no temblarán y nuestras espaldas no se doblarán”, aseguró.
El unilateralismo, el proteccionismo y el acoso no prosperarán, afirmó Xi en el aniversario del despliegue de las tropas chinas en la península de Corea para ayudar a Corea del Norte a luchar contra las fuerzas de las Naciones Unidas y Corea del Sur, lideradas por Estados Unidos, durante el conflicto de 1950-53.
Además, reiteró su llamado a acelerar la modernización de las fuerzas armadas y de defensa del país. “Sin un ejército fuerte, no puede haber una patria fuerte”, dijo.
Las tensiones han aumentado drásticamente en los últimos meses sobre Taiwán, con Washington aumentando las ventas de equipos militares a la isla y enviando a funcionarios de alto nivel a visitarla. Esta semana, Estados Unidos aprobó la venta de sistemas de armas de hasta 1.800 millones de dólares, lo que enfureció a los asiáticos.
China, que considera a Taiwán una provincia rebelde, ha estado ejerciendo una presión cada vez mayor para aceptar la soberanía de Beijing, incluido el vuelo de aviones de combate a través de la línea media del Estrecho de Taiwán.
Corea del Norte entró en guerra en 1950 con el Sur, que fue respaldado por las fuerzas de las Naciones Unidas compuestas principalmente por tropas estadounidenses. En octubre de 1950, las tropas chinas cruzaron el río Yalu en la frontera con Corea del Norte mientras los soviéticos proporcionaban cobertura aérea.
Se desplegaron más de 2 millones de tropas chinas.
“Después de arduas batallas, las tropas chinas y coreanas, armadas hasta los dientes, derrotaron a sus oponentes, haciendo añicos el mito de la invencibilidad del ejército estadounidense y obligando a los invasores a firmar el acuerdo de armisticio el 27 de julio de 1953”, señaló Xi.
(Con información de Reuters)
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