El presidente ruso Vladimir Putin informó este jueves que, según las estimaciones de su gobierno, ascienden a “cerca de 5.000” las muertes como consecuencia de los combates entre Azerbaiyán y la fuerzas de Artsaj en la región de Nagorno Karabaj, reconocida como republica por Armenia. Además, habló de limpieza étnica por parte de Bakú.
“Nunca vamos a olvidar lo que pasó con el pueblo armenio durante la primera guerra mundial. Es la gran tragedia del pueblo armenio”, dijo Putin en referencia al genocidio armenio perpetrado por el entonces Imperio Otomano, hoy Turquía, en 1915. “El conflicto de Nagorno Karabaj comenzó con los crímenes brutales contra el pueblo armenio”, agregó.
Putin señaló que “según nuestras informaciones, el número de muertos en cada bando alcanza alrededor de 2.000, lo que significa que el número total se acerca a los 5.000 muertos".
La cantidad de bajas como consecuencia de los enfrentamientos ha sido difícil de calcular con certeza. Ambos bandos afirman haber matado a miles de enemigos. Bakú, además, ha rechazado informar la cantidad de bajas sufridas.
“Hoy el conflicto está en la peor de sus variantes”, indicó además Putin, que junto con sus pares de Estados Unidos y Francia presiden el Grupo de Minsk, que busca mediar en el conflicto que data de finales de la década de 1980. “Este se inició no como una disputa entre estados por territorio sino como resultado de confrontaciones étnicas”, agregó.
“Lamentablemente, y esto es un hecho, en Sumgait y luego en Nagorno Karabaj se cometieron crímenes brutales contra la población armenia, debemos tener esto en cuenta”, indicó el mandatario ruso, de acuerdo a la cadena NTV. Putin se refería de esta manera a las masacres ocurridas en 1988 y durante la guerra entre 1992 y 1994, respectivamente.
Tras la caída de la URSS en 1991, las ex repúblicas soviéticas de Armenia y Azerbaiyán pelearon una cruenta guerra en Nagorno Karabaj, un territorio de mayoría armenia dentro de las fronteras de Azerbaiyán, y que culminó en 1994 con un frágil cese al fuego y el surgimiento de la república de Artsaj, sólo reconocida por Armenia.
Los combates más recientes entre ambas facciones se reanudaron el 27 de septiembre. Dos treguas humanitarias -la última de ellas declarada el 17 de octubre- no fueron respetadas.
Putin dijo que está “en contacto permanente” con el presidente azerbaiyano Ilham Aliev y el Primer ministro armenio Nikol Pashinian.
El pasado lunes, los miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas llamaron a ambas facciones a respetar el alto al fuego, en el marco de una discusión a puertas cerradas sobre el conflicto.
“Todo el mundo decía lo mismo: la situación es mala y ambos lados necesitan recular y hacer caso a los llamados del secretario general para un alto al fuego”, describió al respecto un diplomático con conocimiento del contenido de la reunión a la agencia AFP.
Se espera que un comunicado del Consejo llame a ambas partes a retomar las negociaciones facilitadas por el Grupo de Minsk. En la misma línea se han expresado otros actores de la comunidad internacional, entre ellos la Unión Europea, que la semana pasada publicó un comunicado en el que expresó “su extrema preocupación” por las violaciones al alto al fuego y la situación general.
Armenia descartó el miércoles cualquier “solución diplomática” para el conflicto, en medio de esfuerzos hasta ahora infructuosos de la comunidad internacional para negociar un cese el fuego durable.
No obstante, las reuniones multilaterales continúan de manera consistente. Los jefes de las diplomacias de Armenia y Azerbaiyán confirmaron que se entrevistarán por separado el viernes en Washington con su homólogo estadounidense, Mike Pompeo.
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