Una ex azafata australiana que fue condenada por tener sexo con un adolescente fue liberada tras pasar solo una semana tras las rejas, luego un acuerdo judicial y el pago de una fianza.
Melissa Nosti, hoy de 33 años, fue condenada por los hechos ocurridos hace una década, cuando trabajaba en una escuela como oficial de asistencia. En ese entonces, abusó sexualmente de un estudiante de 15 años.
Tras un proceso judicial, Nosti se declaró culpable por cargos no detallados por la prensa local y fue condenada a 18 meses de cárcel, así como un período de seis meses de libertad condicional.
Sin embargo, a los siete días salió de prisión. Según explicó el Daily Telegraph, su abogada presentó con éxito un recurso de fianza, con el argumento que tenía un “bajo riesgo” de reincidencia y que había conseguido un empleo.
Ante la solicitud, la jueza Susan Horan resaltó que la declaración de la víctima de Nosti había sido “convincente”, y de todas formas accedió a la solicitud en una audiencia por teleconferencia conectada a la cárcel de mujeres de Silverwater.
Nosti, residente de un suburbio de Sidney y hasta hace unos meses tripulante de cabina de la aerolínea Tiger Air, deberá cumplir una serie de condiciones como parte del acuerdo.
Ella deberá regresar a la Corte para una audiencia de apelación en los próximos meses, no podrá ponerse en contacto con la víctima y tiene totalmente prohibido estar en compañía de menores de 16 años, ni establecer relaciones con otros menores.
Además, podrá tener un celular, pero está obligada a facilitar su contraseña en caso de que la policía se lo solicite, y así vigilar el cumplimiento de las condiciones. Además, no podrá cambiar de domicilio.
El caso se conoce justo cuando el país está conmocionado por la niña australiana de origen indígena de 11 años quien, víctima de un abuso sexual, decidió quitarse la vida luego de que su presunto violador fuera puesto en libertad.
En declaraciones al diario The West Australian, la madre de la niña aseguró que su hija estaba traumatizada y que “no se sentía segura” con el violador en libertad. “Tenía una personalidad encantadora, era alegre y extrovertida”, añadió. Ella era la segunda más chica de cinco hermanos.
La madre sostuvo que la policía y los tribunales australianos defraudaron a su hija, que asistía al sexto año de su colegio.
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