La Unión Europea (UE) anunció este jueves que sancionó a dos oficiales de los servicios secretos rusos por su presunta implicación en el ciberataque contra el parlamento alemán (Bundestag) en la primavera de 2015.
El Consejo Europeo precisó que impuso la prohibición de ingresar a territorio de la UE y la congelación de las cuentas y propiedades del jefe de la inteligencia militar rusa (GRU), Igor Kostyukov, y de uno de sus oficiales, Dimitri Badin.
Al GRU como entidad también se le impusieron las mismas medidas.
De acuerdo a lo expuesto por el bloque europeo, también se le atribuye a la Inteligencia de Rusia un intento de pirateo de la red wifi de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) en los Países Bajos en abril de 2018.
El ciberataque contra el Bundestag en abril y mayo de 2015 perturbó el funcionamiento de la institución durante varios días. Robaron datos y fueron intervenidas las cuentas de correo electrónico de la canciller Angela Merkel y de varios diputados.
“El Reino Unido se une a Alemania y a nuestros socios europeos para pedir cuentas a Rusia por los ciberataques dirigidos a socavar las democracias occidentales”, expresó el miércoles en un comunicado el jefe de la diplomacia británica, Dominic Raab, quien agregó que “esa conducta criminal arroja un nuevo descrédito sobre el gobierno ruso”.
Kostyukov ya estaba en otra lista de sanciones de la Unión Europea. En enero de 2019, se le prohibió ingresar al Reino Unido, y también se le bloquearon cuentas bancarias supuestamente vinculadas a él, tras el envenenamiento del ex agente doble Sergei Skripal, y su hija Yulia, en suelo británico. Ambos -que lograron sobrevivir- fueron atacados con agente nervioso Novichok, desarrollado en Rusia.
Badin, por su parte, ya había sido identificado por las autoridades alemanas como el presunto autor intelectual del ataque al Bundestag.
El pasado mes de mayo, cinco años después del ciberataque contra el Parlamento alemán, la Fiscalía General del país emitió una orden de arresto contra el agente ruso, de 29 años y oriundo de Kursk, quien además aparece entre los fugitivos más buscados por el FBI.
El agente ruso es buscado por las autoridades norteamericanas luego de que en julio de 2018 un tribunal federal del Distrito de Columbia le acusara de haber formado parte, junto a otros 11 ciudadanos rusos, de una trama que intentó interferir en las elecciones de Estados Unidos de 2016 para favorecer al republicano Donald Trump. La justicia norteamericana lo acuso de haber robado y difundido correos electrónicos vinculados a la candidata demócrata Hillary Clinton.
Según el Consejo Europeo, Badin trabajó para el 85º Centro Principal de Servicios Especiales (GTsSS) del GRU, una unidad cibernética también conocida como “APT28” y “Fancy Bear”.
El 30 de abril de 2015, varios miembros del Bundestag recibieron de manera simultánea un correo electrónico con el asunto “El conflicto de Ucrania con Rusia deja la economía en ruinas”. El mail había sido enviado por una dirección que finalizaba en “@un.org”, como muchos de los dominios vinculados a la Organización de Naciones Unidas (ONU). El correo tenía un enlace a un presunto informe de la ONU sobre ese tema. No obstante, al ser abierto descargaba en el dispositivo un malware.
Eso le permitió a los hackers navegar por el sistema informático del Parlamento alemán por semanas. Los rusos lograron penetrar más de 5.600 ordenadores y 12.000 cuentas asociadas. Tres semanas después, las autoridades alemanas lograron controlar la situación, pero ya se habían robado cerca de 16 gigabytes de información, además de miles de correos electrónicos de los diputados.
Es la segunda vez que la UE utiliza el arma de las sanciones contra ciberataques, tras una primera en julio contra personas y entidades rusas y chinas.
En total, esta lista de sanciones incluye ahora ocho personas y cuatro entidades.
Seguir leyendo: