La abogada iraní y defensora de los derechos humanos Nasrin Sotoudeh, condenada a 12 años de cárcel en 2019, fue trasladada el martes de la prisión de Evin, al norte de Teherán, a la de Qarchak, a más de 30 kilómetros al sur de la capital.
Reza Khandan, su esposo, dijo el miércoles a la AFP que estaba previsto que Sotoudeh, de 57 años, fuera trasladada al hospital para que se le practicara un angiograma, mas no que fuera llevada a otra prisión, “alejada y donde las condiciones sanitarias son deplorables”, especialmente en lo que respecta al coronavirus.
Galardonada en 2012 con el Premio Sájarov del parlamento europeo, la abogada fue condenada en 2019 a doce años de prisión, después de defender a una mujer arrestada por manifestarse contra la obligación de las mujeres iraníes de llevar velo. Luego, fue encarcelada junto con otros presos políticos, como la investigadora francesa Fariba Adelkhah, liberada a principios de octubre con un brazalete electrónico.
Sotoudeh condenada por un delito público había sido trasladada a la prisión de mujeres de Qarchak, por lo que su esposo se cuestiona acerca de la razón por la que fue juzgada por el Tribunal Revolucionario, que se ocupa de casos de “conspiración contra la República Islámica”.
En septiembre, la abogada puso fin a más de 45 días de huelga de hambre debido a problemas de salud, una protesta iniciada para denunciar las condiciones de encarcelamiento de los presos políticos detenidos por motivos “inverosímiles”, y su horizonte judicial poco claro.
La investigadora anglo-australiana Kylie Moore-Gilbert, que cumple una condena de diez años por espionaje, un cargo que siempre ha negado, también fue trasladada de la prisión de Evin a la de Qarchak en julio, informaron medios iraníes.
(Con información de AFP)
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