El parlamento español desestimó este jueves, como se esperaba, una moción de censura contra el presidente del Gobierno socialista, Pedro Sánchez, lanzada por el partido de extrema derecha Vox y desestimada como un “espectáculo de circo” por el principal partido conservador opositor Partido Popular (PP).
La moción fue rechazada por 298 votos sobre un total de 350. Fue el menor apoyo recabado en las cinco veces que esta medida fue presentada en la historia de la democracia española. Vox, que argumentó que el gobierno de coalición minoritaria de izquierda había estropeado el manejo de la pandemia de coronavirus, fue el único partido que votó a favor un día después de que España se convirtiera en la primera nación de Europa Occidental en superar 1 millón de infecciones totales.
Al destacar las crecientes divisiones y la lucha por el poder en la derecha, los conservadores españoles del Partido Popular (PP) marcaron distancias este jueves con el partido de extrema derecha y rechazaron la moción de censura.
“Votaremos no, porque decimos no a la ruptura que usted busca, no a la polarización que usted necesita”, lanzó Pablo Casado, líder del Partido Popular (PP, derecha), en un duro discurso en el que buscó alejarse del jefe de Vox y candidato a presidente del Gobierno, Santiago Abascal.
“Ustedes ya son parte del problema de España y no pueden ser parte de la solución que representa mi partido”, dijo al parlamento “El PP no quiere ser el partido de la mentira, el miedo, la rabia y la manipulación”.
“Lo que aquí se vota hoy es si está capacitado para ser el presidente de la cuarta economía del euro y si tiene experiencia y solvencia. La respuesta ya era evidente, pero ha quedado aún más claro: no”, agregó Casado a Abascal. “No somos como usted porque no queremos ser como usted”.
Durante semanas se habían sucedido las conjeturas sobre si el PP se abstendría o votaría en contra, entre otros motivos por la dura oposición que los conservadores hacen a Sánchez y porque éstos y los liberales gobiernan en coalición las regiones de Madrid, Andalucía (sur) y Murcia (sureste) con el apoyo parlamentario de Vox.
En el Congreso, Casado acusó duramente a Abascal de una “mentira más” para que Sánchez siga como jefe del Ejecutivo español y buscar suplantar al PP, pues ambos partidos compiten en parte por el mismo electorado.
De hecho, sectores políticos y mediáticos interpretan que la moción de censura es un intento de Vox de desbancar al PP (89 diputados) para hacerse con la hegemonía ideológica y política en la derecha.
Casado dijo que su partido no será rehén de Vox y defendió una alternativa “serena, sensata, moderada, responsable y proeuropea” al actual Gobierno, formado por una coalición de los socialistas y los izquierdistas de Unidas Podemos.
“No somos como ustedes, somos la fuerza tranquila de los españoles”, dijo Casado a Abascal. El líder popular tildó a Vox de “puro populismo, cuanto peor para España, mejor para usted”, y lo acusó de “salvavidas” del gobierno, ya que sus posturas radicales harían cerrar filas a la coalición gobernante de izquierdas y sus aliados, mientras dañan las opciones del PP, “la política adulta” y la única “alternativa creíble”.
Casado fue no obstante muy cauto en mostrar “respeto” a los votantes de Vox, tercera fuerza en el Congreso, quienes “no merecen ser utilizados en una estrategia que aleja la agenda alternativa”.
“Se ha unido hoy usted a la brutal caricatura de Vox (...) y de los millones de españoles que nos han votado”, replicó Abascal.
Abascal aseguró que la decisión del PP de votar “no” representa “una patada a la esperanza” de que ambos partidos pudieran llegar a acuerdos y una “equidistancia imposible y falsaria” que genera la “desesperanza de millones de españoles”.
Fundado en 2014 por Abascal, ex miembro del PP, Vox lleva dos años arañando votos al partido conservador, situándolo, para satisfacción de la izquierda gobernante, en un difícil dilema entre buscar la centralidad o virar a la derecha para frenar la fuga de electores.
La situación es aún más complicada para el PP porque gobierna en coalición con Vox en regiones clave como Madrid y Andalucía. En su réplica, Abascal dijo que la alianza en esas Comunidades Autónomas no está en peligro pese al voto contrario del PP a la moción de censura.
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