El jefe de la Agencia para el Desarrollo de Defensa (ADD, por sus siglas en inglés) de Corea del Sur, Nam Sae-kyu, ha asegurado que Corea del Norte está desarrollando sus capacidades de misiles “a un ritmo mucho más rápido de lo esperado”, por lo que la brecha de tecnología armamentística entre ambas Coreas se está estrechando.
En una sesión parlamentaria, Nam ha presentado un análisis sobre las armas que Corea del Norte presentó durante un desfile militar el pasado 10 de octubre con motivo del 75 aniversario de la fundación del Partido de los Trabajadores, según informa la agencia de noticias Yonhap.
En este sentido, Nam ha explicado que estaban unos 20 años por delante de Corea del Norte en términos de misiles balísticos, pero que después del desfile de su vecino del norte, considera que la brecha se ha reducido en más de la mitad.
En el mentado desfile, Corea del Norte presentó un nuevo misil balístico intercontinental (ICBM) y un misil balístico de lanzamiento submarino (SLBM), así como otras armas, que, según Nam, “están mejorando de manera más práctica en comparación con hace cinco años”.
Corea del Norte ha tratado de asegurar una mejor estabilidad de vuelo en los SLBM, ha incidido Nam, un cambio que podría deberse a problemas en la estabilidad de vuelo, por lo que, ante una futura prueba del nuevo modelo, este sería probablemente el primer aspecto en ser testeado.
También Nam ha mostrado dudas ante la posibilidad de que estos avances armamentísticos se hayan dado tras el robo de información militar de Corea del Norte a otros países, ya que sus sistemas de misiles son “conceptualmente distintos”.
A pesar de este despliegue de tecnología norcoreana en el último desfile, Nam ha considerado que Corea del Sur “sigue muy por delante” y que el Ejército surcoreano es capaz de interceptar los misiles de corto alcance recién desarrollados por Corea del Norte, que también ha modernizado su sistema de armas convencionales.
La investigación, titulada “'Valíamos menos que un animal': Abusos y violaciones del debido proceso durante la detención preventiva en Corea del Norte”, subraya las lagunas del sistema penal y del marco jurídico del país, que resultan en la tortura generalizada y sistemática de aquellos que son arrestados.
El informe traza varias recomendaciones al régimen para “poner fin a la tortura endémica y al trato cruel, inhumano y degradante en centros de prisión preventiva e interrogación”. Acusada de violación a gran escala de los Derechos Humanos, Corea del Norte es un país “cerrado” y sobre cuyo sistema judicial se sabe muy poco.
La mayoría de investigaciones penales en Corea del Norte concluyen con un tribunal dictaminando penas en cárceles norcoreanas, que son colonias de trabajos forzados, diferentes de los aún más temidos y brutales “kwanliso” (campos de concentración para presos políticos).
Con información de Europa Press
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