El primer ministro del Reino Unido, el conservador Boris Johnson, anunció que impondrá el cierre de bares y prohibirá los encuentros sociales en Manchester (norte de Inglaterra) pese a la oposición del alcalde del área metropolitana de la localidad, así como en la región de Yorkshire del Sur.
Manchester, que supera en diversas áreas una incidencia de 500 casos de COVID por cada 100.000 habitantes, se situará a partir de la medianoche del jueves al viernes en el nivel “muy alto” de alerta por coronavirus, el máximo en la escala de tres grados que ha diseñado el Gobierno.
Burnham exigía un paquete adicional de 65 millones de libras para paliar los efectos negativos de las nuevas restricciones sobre individuos y empresas, pero su negociación con el Ejecutivo central se rompió ayer sin un acuerdo.
En una conferencia de prensa desde su residencia oficial de Downing Street, Johnson informó que Manchester recibirá 22 millones de libras adicionales, una financiación que considera proporcional a la que le fue asignada a Liverpool, que la semana pasada entró también en la máxima alerta.
“Créanme, nadie quiere aplicar estas medidas”, aseguró el primer ministro, pero sostuvo que “no actuar pondría en peligro al sistema público de salud de Manchester y las vidas de muchos de sus residentes”.
Burnham, responsable de una región donde viven cerca de 2,8 millones de personas, afirmó, por su parte, que aceptar las restricciones del Gobierno sin recibir la ayuda económica que solicitaba no le permite cumplir sus “compromisos” con “los ciudadanos de rentas más bajas”.
“¿Cómo podemos pedirles a los ciudadanos que estén con nosotros a lo largo de esta pandemia si los forzamos a perder sus ingresos, su puesto de trabajo, sin darles apoyo?”, se preguntó el laborista.
El sábado, la región de Yorkshire del Sur, de 1,4 millones de habitantes, se unirá a las áreas sujetas a las restricciones más estrictas en vigor en Inglaterra. “Los líderes locales y yo hemos asegurado una financiación de 41 millones de libras (45 millones de euros, 53 millones de dólares, nota del editor) del gobierno para apoyar a los residentes y las empresas”, dijo en Twitter Dan Jarvis, alcalde de Sheffield, la ciudad más grande de la zona afectada.
El Reino Unido es el país más afectado de Europa por la pandemia, con casi 44.000 muertos, por lo que está reaccionando de forma localizada al resurgimiento de la contaminación, lo cual ha provocado tensiones entre Londres y las comunidades locales.
En todo el Reino Unido, en la última jornada se registraron 21.331 casos nuevos de COVID y 241 muertes, el número de decesos más elevado desde junio.
CON INFORMACIÓN DE EFE y AFP
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