Irlanda volverá a estar bajo una estricta cuarentena nacional a partir de la medianoche del miércoles para enfrentar el rebrote de COVID-19, anunció el lunes su Primer ministro Micheal Martin. El país es el primero de la Unión Europea en imponer una medida de esta magnitud desde que la pandemia llegara al continente en marzo.
Martin indicó que el reconfinamiento entrará en vigor el miércoles a medianoche (23H00 GMT) por seis semanas, pero subrayó que las escuelas seguirán abiertas. Todos los comercios no esenciales deben cerrar, los bares y los restaurantes solo podrán vender comida para llevar, precisó el jefe de gobierno.
“Pedimos a todos en el país quedarse en casa”, agregó Martin. Solo las personas con un empleo necesario tendrán “autorización para desplazarse al trabajo”, añadió. Los irlandeses solo podrán salir de sus casas para hacer ejercicio en un radio de cinco kilómetros alrededor de sus casas, bajo pena de multa.
Una medida de la misma naturaleza tomará Gales, en el Reino Unido, durante dos semanas a partir del viernes. Países de Europa Occidental como España, Francia y Bélgica han impuesto restricciones sanitarias, pero ninguno ha dictado una cuarentena general, al menos aún.
Ante el preocupante incremento de la pandemia de covid-19 en gran parte de Europa y Estados Unidos, el jefe de urgencias sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aconsejó con urgencia “poner los contactos estrechos en cuarentena”.
El seguimiento de los casos de contacto es deficiente en muchos países Europa, donde el covid-19 ha dejado más de 250.000 muertos y en las últimas semanas ha visto un aumento exponencial de los contagios.
Las restricciones en el continente
Los cafés y restaurantes de Bélgica permanecen cerrados desde este lunes y permanecerán en ese estado durante 4 semanas. El país, de 11,5 millones de habitantes, con 192.000 casos y más de 10.000 decesos, tiene una de las mayores tasas de mortalidad por covid-19: 90 fallecidos por cada 100.000 habitantes.
La rápida propagación de la pandemia de coronavirus en España, con miles de contagios diarios, ha provocado también el aumento de restricciones, con treinta municipios confinados en distintas regiones, entre ellos Madrid, además de otras medidas como el límite de aforos en bares y restaurantes.
El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció la semana pasada un toque de queda en París y otras ocho áreas metropolitanas en estado de máxima alerta por la pandemia ante el agravamiento de la situación hospitalaria en amplias zonas del país. El toque de queda será de 21:00 a 6:00 hora local y tendrá una duración inicial de cuatro semanas ampliables a seis, detalló el presidente en una entrevista televisiva.
Italia también impuso restricciones desde el lunes en bares y restaurantes, actividades deportivas o ferias populares. El país parecía haberse librado de la crudeza de la segunda ola, pero desde principios de mes registra un alza importante de contagios.
En Suiza, hasta ahora relativamente poco afectada, las infecciones aumentaron en un 146 por ciento la semana pasada y, entre otras medidas, la mascarilla pasó a ser obligatoria en lugares públicos cerrados.
La OMS indicó este lunes que el incumplimiento de las cuarentenas es uno de los principales motivos por los que están aumentando los casos de coronavirus entre los países de Europa.
Se trata, tal y como ha explicado el director de emergencias de la OMS, Michael Ryan, de una de las principales diferencias que están ocurriendo en la actualidad en la propagación del virus entre Asia y Europa.
“La ventaja que tiene Asia es que los ciudadanos tienen niveles mucho más altos de confianza en sus gobiernos y tienden a aplicar las medidas que se les imponen”, ha dicho el experto, para señalar que los países asiáticos han centrado su actuación en la detección y cuarentena “constante y continuada”.
En este sentido, Ryan ha explicado que “muchos países europeos” se pusieron una “meta imaginaria” de contagios de Covid-19 y, una vez alcanzada, comenzaron a desacelerar las medidas, mientras que en Asia continuaron implementándolas.
“No se trata de encarcelar a las personas, sino de romper las cadenas de transmisión, siendo conscientes de que en las reuniones familiares y sociales es donde se producen la mayor parte de los contagios”, ha zanjado el experto de la OMS.
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