Melanie Kirkpatrick , investigadora principal del Hudson Institute, destacado think tank con base en Washington, D.C. publicó un informe acusando a la dinastía Kim de llevar adelante un programa de secuestros desde hace más de medio siglo.
La muerte de Shigeru Yokota en junio de este año actuó de recordatorio de las atrocidades perpetradas por Corea del Norte en el marco de su programa de secuestro en las décadas de 1970 y 1980 ya que una de las víctimas fue su hija. Megumi, de tan solo 13 años, que fue secuestrada por agentes norcoreanos cuando se dirigía a casa desde la escuela en la ciudad de Niigata, al oeste de Japón. Sus captores la llevaron a Corea del Norte, donde se vio obligada a enseñar japonés en una escuela de formación para espías.
Yokota y su esposa, Sakie, trabajaron durante décadas creando conciencia pública sobre el tema de los secuestros, presionando al gobierno japonés para que intensifique sus esfuerzos en rescatar a Megumi y otros secuestrados. El matrimonio fundó en el año 1997 la Asociación Nacional Japonesa para el Rescate de Japoneses Secuestrados por Corea del Norte cuya función es apoyar a las víctimas de los secuestros perpetrados por el reino ermitaño.
El gobierno japonés ha reclamado durante años la liberación de sus ciudadanos secuestrados entre los años setenta y ochenta por norcoreanos. Cinco de los secuestrados regresaron a Japón en el año 2002, pero Tokio busca el regreso de otros 12 a quienes ha reconocido oficialmente como secuestrados por agentes norcoreanos. También sospecha de la participación de Pyongyang en las desapariciones de otros ciudadanos japoneses. Pero Corea del Norte ha afirmado que el tema del secuestro “ya se ha resuelto”, diciendo que ocho de ellos han muerto y los otros cuatro nunca entraron al país.
Esta semana el nuevo premier japonés , Yoshihide Suga , mantuvo una conversación telefónica con su homólogo chino, Xi Jinping, donde lo instó a colaborar en la resolución de los secuestros de ciudadanos japoneses en manos de norcoreanos. Según fuentes diplomáticas , Xi Jinping se habría mostrado buena predisposición.
Japón es solo uno de los países cuyos ciudadanos fueron secuestrados por Corea del Norte. El Comité de Derechos Humanos de Corea del Norte en Washington, DC ha reunido pruebas de que Pyongyang ha secuestrado ciudadanos de al menos 14 países: Corea del Sur, China, Francia, Guinea, Italia, Japón, Jordania, Líbano, Macao, Países Bajos, Malasia, Rumania, Singapur y Tailandia.
Estados Unidos se ha sumado a esta lista ya hace unos cuantos años. David Sneddon, un estudiante universitario estadounidense, desapareció en China en el 2004. Estaba de vacaciones en la provincia de Yunnan después de completar varios meses de estudios en Beijing, antes de regresar a su país.
Si bien solo hay 17 personas en la lista oficial de ciudadanos de Tokio que fueron secuestrados, es probable que varios cientos de japoneses corrieran la misma suerte. El número de surcoreanos que fueron capturados (pescadores, soldados, estudiantes, gente común) asciende a miles. Las víctimas libanesas de secuestro que lograron regresar a sus hogares con vida , informaron haber visto mujeres francesas, holandesas e italianas en un instituto de espionaje en Corea del Norte. Pero el reino ermitaño guarda silencio y se niega a proporcionar información sobre sus víctimas.
En los últimos años, los secuestradores de Corea del Norte se han centrado en China, donde han secuestrado a ciudadanos surcoreanos que ayudan a los refugiados norcoreanos. Beijing mira para otro lado permitiendo a los secuestradores norcoreanos operar sin restricciones en su territorio.
La desaparición mejor documentada de China es la del reverendo Kim Dong Shik de Chicago. El pastor Kim, ciudadano de Corea del Sur y residente legal de Estados Unidos, estableció refugios secretos en China para los norcoreanos que escaparon. Desapareció de la ciudad fronteriza chino-coreana de Yanji en el 2000. Los detalles de su secuestro y muerte surgieron varios años después cuando uno de los miembros del escuadrón que lo secuestró huyó a Corea del Sur, donde fue arrestado y procesado. El secuestrador declaró ante autoridades surcoreanas reconociendo que el secuestro del pastor Kim había sido ordenado por un alto funcionario de seguridad de Corea del Norte.
Desde que Kim jong-un asumió el poder a finales del 2011, los secuestradores de Corea del Norte se han dirigido a Europa, donde han secuestrado o intentado secuestrar a varios de sus propios ciudadanos que estudiaban o trabajaban allí.
En el 2013, un estudiante norcoreano desapareció de su universidad en Francia. Una semana después, reapareció en el campus custodiado por la policía. La historia completa no ha salido a la luz, pero sabemos que las autoridades francesas tomaron la decisión de proteger al estudiante porque creían que corría peligro de ser secuestrado por el régimen norcoreano.
El estudiante, Kim Han Sol, es el sobrino de Kim jong-un. Es hijo del medio hermano del dictador, el hombre cuyo asesinato ordenó Kim jong-un en el aeropuerto de Kuala Lumpur en el 2017. Después de la muerte de su padre, Kim Han Sol desapareció nuevamente y, según los informes, se encuentra escondido en un país occidental. Kim Han Sol tiene educación occidental y habla inglés con fluidez. Ha llamado a su tío un “dictador” y ha expresado su simpatía por el pueblo de Corea del Norte.
Un episodio similar tuvo lugar en 2014, cuando agentes norcoreanos secuestraron a un estudiante norcoreano de su universidad en París. El joven era hijo de un alto funcionario norcoreano que acababa de ser purgado y ejecutado. El estudiante escapó de sus captores en el aeropuerto Charles de Gaulle. Permanece escondido por temor a sufrir un nuevo intento de secuestro.
A fines del 2018, el embajador interino de Corea del Norte en Italia y su esposa desertaron. Dejaron en Roma a su hija adolescente, que según los informes está discapacitada. Cuatro días después, la hija desapareció. Finalmente, apareció en Pyongyang. Se cree que fue secuestrada en Italia por agentes norcoreanos. Su ataque se ha interpretado como una advertencia a sus padres para que no hagan pública la historia de sus deserciones. Recientemente los medios anunciaron que el matrimonio estaba viviendo en Corea del Sur.
Estados Unidos y caso de Otto Warmbier
El 19 de junio se cumplieron tres años de la muerte de Otto Warmbier, un estudiante universitario estadounidense que murió a causa de las lesiones sufridas mientras estaba detenido en Pyongyang por cargos falsos. El joven fue acusado de robar un poster del pasillo del hotel donde se alojaba. Se encontraba en viaje de turismo cuando fue arrestado , detenido y torturado.
El gobierno de los Estados Unidos presionó fuertemente al régimen norcoreano para que el joven fuera liberado y repatriado. Kim jong-un da la orden de repatriarlo en junio del 2017, cuando ya el joven se encontraba en estado vegetativo y lo envió a morir en su hogar. Este es otro triste recordatorio de las atrocidades de Corea del Norte.
La madre de Otto, Cindy Warmbier afirmó la inocencia de su hijo. Megumi Yokota también era inocente. Al igual que los 25 millones de personas oprimidas de Corea del Norte que sufren bajo el brutal gobierno del régimen de la familia Kim.
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