Un profesor de Historia y Geografía de una escuela secundaria que mostró caricaturas de Mahoma durante una clase sobre libertad de expresión fue decapitado este viernes cerca de París, y su agresor fue abatido por la Policía, en un acto que el presidente Emmanuel Macron calificó de “atentado terrorista islamista”.
El ataque ocurrió alrededor de las 17:00 (15:00 GMT) en Conflans Saint-Honorine, una pequeña localidad de 35.000 habitantes ubicada a 50 km de París, donde la Policía fue alertada por la presencia del atacante cuando merodeaba por la escuela donde trabajaba el maestro asesinado, identificado por la prensa local como Samuel P., de 47 años.
Al llegar a la escuela, la Policía encontró al profesor decapitado. Trataron de detener al asesino que llevaba un cuchillo, pero éste los amenazó, por lo que los agentes lo abatieron a disparos.
Entrevistado por el diario Le Parisien, un miembro de una asociación de padres de estudiantes recordó que la víctima, Samuel P., “supo que fue amenazado de muerte en las redes sociales luego de su curso sobre libertad de expresión”.
Rodrigo Arenas, copresidente de la FCPE, la mayor asociación de padres de familia del país, dijo que recibió hace unos días un informe de “un padre extremadamente enfadado” después de que se mostrara una caricatura de Mahoma en clase.
El maestro habría, según Arenas, “invitado a los estudiantes musulmanes a salir del aula” antes de mostrar una caricatura del profeta agachado, con una estrella dibujada en sus nalgas, y la inscripción “nace una estrella”. El padre de un alumno que se encontraba en la clase explicó que el maestro no quiso escandalizar a algunos de los niños pero la secuencia igual causó mucha controversia entre algunas familias.
Samuel P. llevaba varios años dando clases de Historia en esa escuela. “Era muy discreto y benevolente, apreciado por los estudiantes y sus colegas”, recordó la madre de uno de sus alumnos en una crónica de Le Parisien. “Amaba su trabajo y respetaba a sus estudiantes. Pedir a los que podrían estar sorprendidos que salgan de la sala muestra un respeto extremo por las creencias de otros estudiantes. ¿Qué más podía hacer?”.
Otro padre, que deseó permanecer en el anonimato, lo describió como un profesor de cuarenta años, amable y respetado por los alumnos. “Mi hijo lo tuvo de maestro hace unos años y tiene muy buenos recuerdos de él”, dijo, y agregó: “Se dedicó a su trabajo y nunca hizo ningún comentario que fuera inapropiado o irrespetuoso con la religión”.
Una estudiante de 15 años recordó cuando estuvo en sus clases en el octavo grado de la escuela y contó que fue un profesor “agradable y normal”. “No entiendo cómo alguien pudo hacerle esto”, lamentó la adolescente.
Pero, por otro lado, una madre contó que sospechó rápidamente algo grave cuando el rumor de la muerte de un profesor comenzó a circular este viernes. “Inmediatamente imaginamos que era él”, dijo.
Y otra mujer recordó el gran revuelo que generó esa clase de libertad de expresión en la pequeña comunidad de Conflans Saint-Honorine. “Mi hijo me habló de la controversia que se estaba gestando. Los estudiantes hablaban mucho de ello, había muchos chismes porque los padres se habían quejado de la enseñanza. Fue la historia de la semana”, contó la mujer que se declaró “conmocionada y aturdida” por el asesinato.
“Sabíamos que era un tema delicado ya que se había planteado a nivel departamental”, explicó un profesor y representante sindical, pero remarcó que Samuel P. había tenido la precaución de pedir a los estudiantes que se retiraran del aula si creían que podían ofenderse.
En una declaración desde el lugar del ataque este viernes, el presidente Emmanuel Macron calificó el asesinato de “atentado terrorista islamista” y lo consideró un ataque a los “valores” democráticos y laicos de la República francesa. Sobre todo, recalcó el apoyo de toda Francia a la comunidad educativa “para defenderles y permitirles hacer su trabajo: hacer ciudadanos libres”.
Seguir leyendo: