El presidente de Francia, Emmanuel Macron, estudia aplicar nuevas medidas restrictivas para contener la propagación del coronavirus, entre las que se destacan la posibilidad de imponer algún tipo de toque de queda nocturno en las zonas más afectadas.
Desde el Palacio del Elíseo se mantienen cautelosos sobre el consejo de defensa sanitaria que Macron presidirá para analizar la situación, y que entre otras cosas servirá para preparar la intervención televisiva del jefe del Estado el miércoles a las 20 horas de Francia, el horario de máxima audiencia.
Consultada sobre el consejo de defensa, la ministra de Vivienda, Emmanuelle Wargon, en una entrevista con la emisora Sud Radio, dejó abierto el abanico de posibles medidas y recordó que el primer ministro, Jean Castex, indicó el lunes que había que hacer lo posible para evitar una vuelta a un confinamiento general.
Castex aseguró que “no se puede descartar nada cuando se ve la situación de los hospitales”, al ser interrogado sobre la posibilidad de imponer confinamientos locales.
Otra posible medida, filtrada inicialmente por la revista Le Point y confirmada por otros medios, es un toque de queda que impediría salir a la calle por la noche y que se impondría en algunas de las áreas urbanas que se encuentran en “alerta máxima”.
La lista de ciudades en alerta máxima se incrementó este martes con la inclusión de Toulouse y Montpellier, que se sumaron a París, Marsella, Aix-en-Provence, Lyon, Grenoble, Saint Étienne, Lille y la isla de Guadalupe en las Antillas.
Se consideran zonas de alerta máxima aquellas en las que se han registrado al menos 250 nuevos casos por cada 100 mil habitantes en los últimos siete días, además de cien contagios por cada 100 mil habitantes entre las personas mayores de 65 años y en las que los enfermos de coronavirus ocupan al menos el 30% de las camas en las unidades de terapia intensiva.
Castex recordó que el Gobierno no tiene competencias jurídicas para reglamentar el espacio privado, por lo que instó a los ciudadanos a evitar concentraciones de muchas personas en sus domicilios, al tiempo que hizo un llamamiento a tener cuidado a la hora de visitar a las personas de edad avanzada, sobre todo ahora que comienzan las vacaciones escolares de otoño en Europa.
Este lunes, la agencia de salud pública comunicó 8.505 nuevos contagios, una cifra mucho más baja que en los días precedentes, pero que tiene su explicación en que los fines de semana se realizan menos pruebas. El domingo se habían registrado 16.101 positivos, mientras que el sábado se alcanzó un récord, con casi 27 mil.
En Francia, la cifra de enfermos de covid-19 en las unidades de cuidados intensivos ha aumentado de forma constante desde el final del verano europeo, y recientemente acaba de superar los 1.500.
Sin embargo, está lejos de los números de abril, cuando llegaron a contabilizarse 7.148 personas con coronavirus ingresadas en terapia intensiva.
Con información de EFE
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