España rindió este lunes homenaje a todos los que han luchado y luchan para frenar al coronavirus, durante la celebración de los actos de celebración de su fiesta nacional, el 12 de octubre, marcado por la pandemia y celebrado en medio de un clima de tensión política.
Los reyes de España, Felipe VI y Letizia, junto a sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, presidieron el acto, al que también acudió el Gobierno al completo, con el presidente, el socialista Pedro Sánchez a la cabeza.
En el Patio de la Armería del Palacio Real se han reunido todos los miembros del Gobierno con las autoridades madrileñas, las más altas autoridades del Estado y la cúpula de las Fuerzas Armadas. Mientras cientos de ciudadanos se congregaban en la calle con abucheos al Ejecutivo y ‘vivas’ al Rey.
Debido a las restricciones sanitarias impuestas por el coronavirus, el tradicional desfile que habitualmente recorre el centro de Madrid se ha sustituido este año por un austero acto militar en el patio del Palacio Real, el mismo lugar donde el pasado mes de julio se celebró el homenaje de Estado a las víctimas del coronavirus.
El acto forzó el encuentro entre Pedro Sánchez y la presidenta del Gobierno regional de Madrid, la conservadora Isabel Díaz Ayuso, en medio del enfrentamiento político que mantienen por las medidas restrictivas para frenar las infecciones por COVID en esa comunidad autónoma, la más afectada por el virus de esta segunda ola de la pandemia.
Cabe destacar en esta ocasión la presencia del vicepresidente segundo del Ejecutivo, el izquierdista Pablo Iglesias, que no acudía cuando era únicamente líder de Podemos, formación que ahora gobierna en España con el Partido Socialista (PSOE).
Tanto Iglesias, un republicano convencido, como el ministro de Consumo, el comunista Alberto Garzón, han sido en los últimos días dos las principales voces críticas contra la institución monárquica y a favor de la instauración en España de una república.
Todo en un contexto en el que en el país hay un incipiente debate sobre el modelo de Estado, sobre todo a raíz de la polémica suscitada por los presuntos negocios ocultos del rey emérito, Juan Carlos I, y su decisión de trasladar su residencia fuera de España para no empañar la imagen de su hijo.
Entre los presidentes de las distintas regiones, que participan también habitualmente en esta celebración, faltaron, como en años anteriores los representantes de Cataluña y el País Vasco (ambas comunidades autónomas con Ejecutivos de corte nacionalista).
Tampoco acudieron los de Baleares, Aragón y Murcia, este último en cuarentena por un contacto estrecho con un positivo en coronavirus.
El momento principal fue el homenaje a todos los participantes en la lucha contra la pandemia: Fuerzas Armadas y organismos civiles como los cuerpos de Policía, Protección Civil y Emergencias, Agentes Forestales y Bomberos, entre otros.
En reconocimiento a todos ellos se inspiró el lema de esta celebración, “El esfuerzo que nos une”.
Manifestación de Vox
Mientras el gobierno estaba reunido en el Palacio Real, partidarios del partido de extrema derecha Vox protestaron contra un bloqueo parcial impuesto en Madrid para contener uno de los peores brotes de coronavirus en Europa ondeando banderas desde los automóviles y tocando bocinas,
“¡Viva España! ¡Renuncie el gobierno!”, gritaron cientos de simpatizantes mientras llenaban la avenida principal de Madrid y el partido organizaba pequeñas manifestaciones en Barcelona y Sevilla.
La protesta del domingo escaló un enfrentamiento entre Pedro Sánchez y el gobierno regional de Madrid liderado por los conservadores, en el que Vox tiene 12 de los 132 escaños, y que argumenta que las restricciones del gobierno son ilegales y excesivas y significarán un desastre para la economía local.
La región de Madrid tuvo 724 casos de coronavirus por cada 100.000 personas en las dos semanas hasta el 9 de octubre, según la Organización Mundial de la Salud, lo que la convierte en el tercer grupo más denso de Europa después de Andorra y Bruselas.
Las regiones españolas de Cataluña y Navarra impusieron nuevas restricciones al trabajo y las reuniones públicas el domingo después de aumentos en los casos de COVID-19.
España dijo el viernes que había registrado 861.112 casos de coronavirus, el número más alto en Europa occidental, y 32.929 muertes.
(Con información de agencias)
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