El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, anunciará el lunes más restricciones para frenar el avance del coronavirus en el país, y se espera que introduzca un sistema “semáforo” con tres niveles para evaluar el riesgo en cada área geográfica, según informó la BBC.
En una carta dirigida a diputados del norte inglés, la zona con más repunte de contagios junto con Midlands (centro), Edward Lister, asesor estratégico en Downing Street, les comunicó que deben prepararse para “duras medidas”, que serán debatidas con los dirigentes locales este fin de semana.
Se espera que las zonas más afectadas por las nuevas exigencias sean condados norteños y del centro, que incluiría a las ciudades de Liverpool, Manchester y Nottingham, entre otras.
Johnson, en una intervención en la Cámara de los Comunes (ante críticas de que evitaba al legislativo), podría anunciar el próximo lunes el cierre temporal de “pubs” y restaurantes en las zonas con más casos de COVID-19, en línea con lo que ya ocurre en partes de Escocia, que tiene competencias autónomas.
En el centro escocés, incluidas las ciudades de Glasgow y Edimburgo, los establecimientos de hostelería, entre otros locales de ocio, cerraron el viernes durante dos semanas, con la excepción de cafeterías que no vendan alcohol, que podrán abrir hasta las 18hs.
Los anuncios del jefe de Gobierno se producirán luego de que su ministro de Economía, Rishi Sunak, diera a conocer una serie de ayudas económicas específicas para los locales que tendrán que cerrar provisionalmente por decreto legal.
Entre ellas, el Estado pagará dos tercios del salario de los empleados de “pubs”, restaurantes y otros negocios si estos se ven forzados a cerrar como consecuencia de nuevas restricciones, hasta un máximo de 2.100 libras mensuales.
El plan, que sustituye a otro más completo aplicado en marzo, entrará en vigor el 1 de noviembre durante un periodo de seis meses, que se revisará en enero de 2021, e incluye también el pago entre las empresas y, en menor medida, el Gobierno de un 77 % del sueldo completo de las personas que trabajen al menos un tercio de su jornada habitual.
El endurecimiento de las restricciones pretende frenar el avance del coronavirus en el Reino Unido, donde el viernes se registraron 13.864 nuevos contagios, que suman 575.679 desde el inicio de la pandemia, con 42.679 muertes, 87 en las últimas 24 horas.
Nottingham, en el centro inglés, tiene la mayor tasa de contagio de la región de Inglaterra, con 760,6 casos por cada 100.000 habitantes. Le siguen el distrito de Knowsley y la ciudad de Liverpool, ambos en el noroeste.
El Gobierno de Johnson es atacado desde varios frentes por su gestión de la pandemia: por la oposición política, que lo acusa de actuar mal y tarde; por las autoridades locales, que lamentan que se las excluya de la toma de decisiones; y por sus diputados conservadores, que critican la pérdida de libertades y el daño a la economía.
La Asociación Médica Británica (BMA, en inglés) advirtió este sábado que los ciudadanos podrían perder confianza en las medidas para contener el virus debido al mensaje “inconsistente” y “confuso” del Ejecutivo, que pasó de fomentar el ocio y el regreso al lugar de trabajo en agosto a hacer lo contrario en septiembre.
CON INFORMACIÓN DE EFE
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