Con una pequeña sorpresa al estilo de las fiestas de revelación de sexo de los bebés, el Zoológico Nacional a cargo de Smithsonian Institution, en Washington DC, anunció el sexo de su nuevo panda gigante, un cachorro nacido el 21 de agosto. Los cuidadores a cargo de esta especie tan delicada, Marty Dearie y Nicole MacCorkle presentaron en un video una pintura hecha por Tian Tian, el padre del pandita de seis semanas: un lienzo estaba hecho de trazos azules y el otro de trazos rosados.
Los investigadores del laboratorio de genética del instituto se habían encargado de elegir y envolver el que correspondía. Porque ellos eran los únicos capaces de determinarlo.
Es difícil establecer el sexo de un panda cachorro porque sus genitales externos no son visibles hasta que tienen varios meses, explicó Smithsonian Magazine. “Por fuera los cachorros machos y hembras parecen similares al nacer, por lo cual una prueba genética era la forma más precisa de determinar el sexo del cachorro”, dijo a la publicación Michael Brown-Palsgrove del zoológico, conservador del área de animales asiáticos. “Los veterinarios examinaron al cachorro el 19 de septiembre y recogieron un hisopado del interior de la mejilla”.
—Nuestro laboratorio de genética acaba de terminar de analizar los resultados y vamos a averiguar si es macho o hembra —dijo MacCorkle en el video.
—En este paquete hay una pintura rosa o una azul, y las dos fueron hechas por Tian Tian, que es el padre del cachorro. Bueno, Nicole, ¿estás lista? —preguntó Dearie, y comenzaron a rasgar el envoltorio.
—¡Ay, es otro niño! — gritaron.
Los científicos trazaron la secuencia de un fragmento vinculado a la estructura de proteínas llamada dedo de zinc, que se encuentra en los cromosomas X e Y con pequeñas diferencias mensurables. Al recibir los resultados, siguió Brown-Palsgrove, observaron que “la muestra que habían tomado los veterinarios del zoológico mostraba la presencia de las dos secuencias, lo que confirmó que el cachorro era un macho”. Es decir que encontraron una combinación XY, en lugar de una XX.
Actualmente el pequeño animal pesa 1,6 kilo y mide 35 centímetros de largo y 31 de circunferencia a la altura de la barriguita. Ha comenzado a abrir los ojos y se lo suele ver con frecuencia —mediante las Cámaras de Pandas que el zoológico ofrece en línea— en los brazos de su madre, Mei Xiang, quien cumplió 22 años en julio y es un año menor que Tian Tian, el padre del cachorro.
Mei Xiang es la segunda panda gigante más grande que ha dado a luz en el mundo, y la mayor en los Estados Unidos: sus hijos anteriores incluyen a Tai Shan (nacido en 2005), Bao Bao (2013) y Bei Bei (2015), y todos ellos viven actualmente en la Base Panda de Chengdu en Sichuan, China. Su nuevo hijito es el primero resultante de una inseminación artificial con esperma congelada.
—Íntimamente yo quería un niño, así que estoy encantado —confesó Dearie—. Ojalá que este cachorro sea tan divertido como fue Bei Bei, porque él era tremendo.
—Va a ser fascinante ver si tiene algunas de las características de sus hermanos mayores —coincidió MacCorkle.
“Los pandas gigantes son un símbolo internacional de la vida silvestre en peligro de extinción y también de la esperanza", dijo Steve Monfort, director del Instituto Nacional de Zoología y Biología de la Conservación del Smithsonian, cuando el cachorro nació, y medía apenas 1/900 parte de su madre, que lo mantenía casi oculto entre sus glándulas mamarias y sus axilas tibias. “Con el nacimiento de este precioso cachorro estamos encantados de ofrecer al mundo un momento de pura alegría muy necesario.”
Mei Xiang estaba ya grande para ser madre, “pero quisimos darle otra oportunidad de contribuir a la supervivencia de su especie”, agregó. "Estoy increíblemente orgulloso de nuestros equipos científicos y de cuidado animal, cuya experiencia en el comportamiento del panda gigante fue crítica para este éxito de conservación.”
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), que vigila las especies en peligro de extinción, dijo en 2016 que los pandas habían pasado a la categoría de “vulnerable”, menos crítica que la de “amenazada” para reflejar un aumento del 17% en su población durante la última década.
Actualmente en el mundo existen 1.800 pandas en ámbitos silvestres y unos 500 más en cautiverio.
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