Dos yihadistas de un grupo conocido como los “Beatles” del Estado Islámico serán extraditados a Estados Unidos el miércoles para ser juzgados allí, según informó una fuente del Departamento de Justicia norteamericano.
Alexanda Kotey y El Shafee el-Sheikh, conocidos como “George” y “Ringo” (sin confirmarse cuál es cuál), en referencia a los miembros de la mítica banda británica, formaban parte de una unidad que secuestró, torturó y decapitó a varios extranjeros, incluidos los periodistas estadounidenses James Foley y Steven Sotloff en 2014.
Despojados de la nacionalidad británica, ambos fueron detenidos por el ejército estadounidense en Irak.
El FBI ha hecho cuidadosos planes para transportar a los dos miembros a EEUU, donde serán acusados por los secuestros y muertes de varios estadounidenses, señaló la cadena de televisión ABC citando a tres funcionarios que no identificó.
Los cautivos habían dado el sobrenombre de “Beatles” al cuarteto de terroristas por su acento británico para hablar de ellos sin que sus captores entendieran las referencias. Las autoridades estadounidenses y británicas han vinculado al grupo con 27 asesinatos.
Según las autoridades estadounidenses, Kotey y Elsheik han admitido su participación en el secuestro, violación sexual y muerte de Mueller, en 2015.
En una grabación de video obtenida por la cadena de televisión estadounidense NBC, los dos individuos también admitieron haber golpeado a Foley, a quien el cabecilla de los “Beatles”, Mohammed Emwazi, asestó una paliza brutal frente a la cámara en 2014.
Sotloff, Kassig y los socorristas británicos David Haines y Alan Henning fueron decapitados.
De acuerdo con fuentes estadounidenses, Emwazi murió en un ataque con misiles Hellfire disparados en 2015 desde un avión no tripulado (drone) operado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
El cuarto miembro de los “Beatles”, Aine Lesley Davis, fue sentenciado en Turquía en 2017 a siete años y medio de prisión.
El Departamento de Justicia ha gestionado el traslado de los dos sospechosos para enjuiciarlos en Virginia, pero el trámite se ha demorado porque la madre de uno de los acusados inició una querella relacionada con pruebas que tienen las autoridades británicas y que se consideran cruciales en el caso de Kotey y Elsheik.
La mujer cuestionó la legalidad de la cooperación del gobierno británico con el estadounidense en estos casos.
En marzo, el Tribunal Supremo de Justicia británico vedó la cooperación con EEUU y tras una gestión en agosto del secretario de Justicia estadounidense, William Barr, quien prometió que los sospechosos, si son declarados culpables, no se les aplicará la pena de muerte, el tribunal supremo británico cambió de opinión y comenzó el intercambio de evidencias.
(Con información de AFP y EFE)
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