Armenia advirtió este domingo de que si la comunidad internacional hace una estimación equivocada de la situación en Nagorno-Karabaj, Europa podría toparse con la presión de “Turquía junto a Viena”.
“Espero una postura precisa. Si la comunidad internacional le da un enfoque geopolítico errado a esa situación, Europa debe esperar toparse con Turquía junto a Viena”, afirmó el primer ministro Nikol Pashinian en una entrevista con el diario alemán ‘Bild’.
Para Pashinian, actualmente “Nagorno-Karabaj y Armenia representan la línea del frente de la civilización”. “Los armenios en el Cáucaso Sur son el último obstáculo ante la expansión de Turquía al norte, al sureste y al este. La política imperialista turca se extiende mucho más allá del Cáucaso”, alertó.
El primer ministro armenio que la actual escalada del conflicto, iniciada hace una semana, es “mucho peor” que la que tuvo lugar en 2016. “Puede compararse, en el peor de los casos, con lo ocurrido en 1915, cuando, durante el primer genocidio del siglo XX, fueron asesinados más de 1,5 millones de armenios”, señaló. El Estado turco avanza hacia “un nuevo genocidio”. “El mundo debe conocer lo que está ocurriendo en Nagorno-Karabaj”, ha remachado.
El mandatario armenio ha recordado las intervenciones de Ankara en el Mediterráneo, en Libia, en Oriente Próximo, en Irak y en Siria. Turquía “traslada de Siria a terroristas para la lucha contra Nagorn-Karabaj y Armenia” y en las acciones bélicas “participa el Ejército turco”, señal de una actitud “imperialista” que busca “restaurar el Imperio Otomano”.
Armenia y Azerbaiyán se disputan este territorio de mayoría étnica armenia desde principios del siglo pasado, pero fue tras la caída de la Unión Soviética cuando tuvo lugar una guerra entre ambos países en 1991.
Aproximadamente 30.000 personas murieron antes de que se decretara un alto el fuego en 1994, que desde entonces se ha roto de forma intermitente. Al término del conflicto, Armenia, que apoya el derecho a la autodeterminación de Nagorno-Karabaj, se hizo con el control de la zona, ocupando algunos territorios de Azerbaiyán.
La última escalada comenzó el pasado 27 de septiembre y habría causado decenas de víctimas mortales, aunque la cifra concreta se desconoce puesto que ambas partes minimizan sus pérdidas y exageran las del rival.
Ante la contundente exigencia de la comunidad internacional de un cese al fuego, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, declaró que su país está preparado para declarar un alto el fuego en la escalada de hostilidades de esta semana en el enclave si Armenia presenta un calendario de retirada de sus militares en la autoproclamada república.
“Nuestra condición para el cese al fuego consiste en que Armenia debe proponer una agenda provisional de la retirada de sus tropas de los territorios ocupados azerbaiyanos en Nagorno-Karabaj, una agenda que no quede solo en palabras sino que vaya acompañada de acciones, con una fecha de liberación para cada territorio”, indicó el mandatario en una entrevista publicada este domingo con la cadena panárabe Al Arabiya.
El presidente azerí opinó igualmente que los problemas en las relaciones con Armenia deben resolverse mediante el diálogo, pero esta comunicación “debe basarse en algo”. Asimismo, Aliyev pidió al primer ministro armenio, Nikol Pashinian, que se adhiera a los acuerdos históricos por los que Nagorno-Karabaj fue reconocida como territorio azerí ocupado, antes de exigir al mandatario que se disculpe por “haber declarado que las tierras ocupadas de Azerbaiyán son armenias”.
Por último, el presidente azerí exigió a su homólogo francés, Emmanuel Macron, que se retracte de las declaraciones en las que el presidente galo acusaba a Turquía, aliada de Azerbaiyán, de enviarle 300 mercenarios sirios desde la ciudad turca de Gaziantep.
“No tenemos mercenarios, tenemos un Ejército integrado por 100.000 combatientes. Exijo que Francia actúe de una manera responsable y presente disculpas”, manifestó Aliyev.
Con información de Europa Press
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