El rabino Chaim Kaniesky, uno de los rabinos ultraortodoxos más reconocidos de Israel, dio positivo por coronavirus, según informaron hoy medios israelíes.
El líder religioso judío, de 92 años, fue testeado después de un “cierto cambio” en su temperatura, afirma un comunicado en su nombre citado por la prensa local.
“El rabino se encuentra bien y continúa sus estudios como de costumbre, bajo una estrecha supervisión médica”, consigna el comunicado, que llamó a los ciudadanos israelíes a rezar por su salud.
El primer ministro Benjamin Netanyahu y el presidente Reuven Rivlin enviaron mensajes en el que le desean una pronta recuperación.
Kanievsky es un líder de la comunidad ultraortodoxa lituana no jasídica, con cientos de miles de seguidores.
La noticia se da a conocer dos días después de que el diario israelí Haaretz informara que Kanievsky violó la cuarentena al recibir visitantes en su casa en Bnei Brak después de Iom Kipur (Día del Perdón), pese a que se le solicitó que se aislara luego de haber estado en contacto con un caso positivo de COVID-19.
Al inicio de la pandemia, Kanievsky enfrentó fuertes críticas por su accionar frente a la crisis sanitaria. De hecho, a principios de marzo, pese a los llamamientos de la Oficina del Primer Ministro y la Policía de Israel, insistió en que las Ieshivá (centros de estudios de la Torá) y las escuelas permanecieran abiertas argumentando que “cancelar el estudio de Torá es más peligroso que el coronavirus”.
El caso positivo del rabino se produce en medio de un cierre nacional por las festividades judías (Rosh Hashaná, Iom Kipur y Sucot) debido a las crecientes tasas de infección, con un número significativamente alto de nuevos casos de COVID-19 en la comunidad ultraortodoxa.
El pasado miércoles Kanievsky y el rabino Gershon Edelstein, otro líder de la comunidad ultraortodoxa lituana en Israel, hicieron un llamado para fomentar el rezo al aire libre a través de una carta publicada por el Ministerio de Salud, en el que solicitaban a las autoridades de las sinagogas que “trabajaran, en la medida de lo posible, para permitir las oraciones al aire libre”.
Kanievsky también instó a sus seguidores a hacerse las pruebas de COVID-19 si fuera necesario durante las festividades judías, ya que esto era un imperativo para salvar vidas.
No todos los rabinos llaman al cumplimiento de las últimas directrices sanitarias. El rabino Moshe Sternbuch, jefe de los tribunales rabínicos de la comunidad anti-sionista Edah Haredit, expresó el jueves a sus seguidores que no deben temer a las autoridades e insistió que las sinagogas deben mantenerse abiertas, según informó Kan, la radiodifusora pública de Israel.
Las críticas a la respuesta de los ultraortodoxos frente a la pandemia han ido en aumento, con informes generalizados que afirman que muchos ignoran las restricciones de cierre durante la temporada de festividades judías, incluso organizando reuniones masivas. Canales de televisión muestran que se están construyendo numerosas sucá (cabañas temporales para celebrar la festividad religiosa de Sucot, que comienza hoy) capaces de albergar a cientos de personas, en el barrio ultraortodoxo de Mea Shearim, en Jerusalén.
La crisis en las comunidades ultraortodoxas es una gran preocupación para los funcionarios de salud, quienes atribuyen la alta tasa de contagios de judíos ultraortodoxos a las reuniones festivas, el hacinamiento en los centros de estudios religiosos y las densas condiciones de vida en los hogares. Ronni Gamzu, profesor israelí y líder nacional en la campaña contra el Covid-19, aseguró que el 40% de los casos recientes de contagio se produjeron en la comunidad ultraortodoxa, que representa alrededor del 10% de la población, y destacó un aumento en la tasa de infección entre las personas de 60 años o más en el país y la comunidad.
Para evitar más contagios durante la festividad de Sucot, que congrega a personas en cabañas caseras al aire libre, el Ministerio de Salud de Israel emitió un conjunto de regulaciones relacionadas con la propagación del coronavirus para los 8 días que dura la celebración. Un informe del gobierno publicado hoy advirtió que las sucá eran un “grave peligro” para la propagación del coronavirus.
Normalmente, las suca acogen a cientos y miles de judíos religiosos que comen y duermen allí. Suelen ser casetas primitivas parcialmente abiertas al exterior, con techos porosos hechos de materiales vegetales y aberturas para puertas y ventanas.
Israel atraviesa un cierre en todo el país producto de la llegada de una segunda ola de coronavirus.
Según las cifras del Ministerio de Salud publicadas hoy, en el día de ayer se confirmaron 7.639 nuevos casos positivos, alcanzando un total de 255.771 desde el comienzo de la pandemia, mientras que el número de fallecidos es de 1.622.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: