La orden que impone duras medidas anti COVID-19 en Madrid pese a la oposición de las autoridades locales fue publicada este jueves en el boletín oficial del Estado, donde se afirma que es de “obligado cumplimiento” y da 48 horas para implementarla.
El Gobierno anunció la noche del miércoles esta orden, aprobada por 13 de las 19 regiones y ciudades autónomas de España, que en la práctica amplía a la capital, de 3,2 millones de habitantes, y otros municipios restricciones ya vigentes desde la semana pasada en algunas zonas de la región de Madrid, epicentro de la epidemia en el país y la región europea donde la segunda ola de coronavirus se está expandiendo con mayor rapidez.
Pero el Ejecutivo regional de Madrid, dirigido por la derecha, mantiene un pulso con el Gobierno central, de izquierda, rechazó el plan del Ejecutivo, que impone medidas más estrictas a la movilidad y límites a las reuniones sociales en la capital y sus suburbios, profundizando una confrontación interna en torno a las acciones contra la pandemia.
Madrid: “Iremos a los tribunales”
Ni Madrid ni su Gobierno autónomo están en rebeldía, subrayó la presidenta regional, la conservadora Isabel Díaz Ayuso, que acatará “todas las órdenes” del Ejecutivo de la nación. Sin embargo, ha avisado que irá a los tribunales.
“Esta comunidad no está en rebeldía, este Gobierno no está en rebeldía, y cumplirá todas las ordenes de manera estricta porque no somos como sus socios independentistas. Ahora, eso sí, iremos a los tribunales nuevamente como hicimos con el pase de fase”, dijo este jueves Díaz Ayuso en su intervención en el Pleno de la Asamblea de Madrid, dirigiéndose al PSOE.
El Gobierno de Sánchez desea que Madrid adopte medidas más estrictas no sólo focalizadas en los vecindarios de clase trabajadora, como ocurre con las actuales restricciones en las partes de la ciudad que tienen las tasas de contagio más altas. Pero el gobierno de centro-derecha de Madrid se resiste a una restricción parcial de actividades en toda la ciudad con el argumento de que no desea mayores daños a la economía.
Díaz Ayuso dijo que su Gobierno buscará “defender los intereses legítimos de los madrileños y que las medidas se ajusten a la normativa, a la realidad, que sean objetivas y justas” porque sino se volverá a esas “colas del hambre y del paro” que la izquierda multiplica “por defecto”.
La orden del Gobierno central pide imponer las restricciones si se dan varios criterios epidemiológicos, entre ellos una incidencia de más de 500 casos por cada 100.000 habitantes en las dos últimas semanas, que se cumplen en la capital y otros nueve municipios madrileños. Otros requisitos para aplicar las nuevas restricciones son una tasa de positivos superior al 10% en las pruebas de diagnóstico PCR y más del 35% de camas de cuidados intensivos ocupadas por pacientes enfermos de COVID-19, condiciones que, por ahora, se dan solo en Madrid y varios grandes municipios de su región.
No obstante, el Gobierno regional acusó al Ejecutivo español de omitir los indicadores de salud que mostraron una estabilización en los brotes en la región de Madrid.
Las medidas
Las nuevas medidas de control de movimiento y actividad deberán entrar en vigor en un plazo máximo de 48 horas; esto es, la noche del viernes próximo.
Aparte del control de movilidad, se limitan a seis personas —si no conviven entre ellas— las reuniones familiares o sociales, tanto en lugares públicos como privados.
El aforo máximo en los lugares de culto será de un tercio, con una distancia mínima interpersonal de 1,5 metros.
También se reduce al 50% el aforo máximo de los locales comerciales y servicios abiertos al público, que cerrarán no más tarde de las 22:00 horas como norma general.
Los establecimientos de hostelería y restauración y de juegos y apuestas no podrán superar el 50% de su capacidad en espacios interiores y del 60% en exteriores, en tanto que el consumo en barra no estará permitido
El rebrote más marcado de España y Europa
Las desavenencias entre el Gobierno y Madrid pusieron al descubierto algunos de los inconvenientes del sistema político altamente descentralizado del país, irritando a muchos españoles y socavando su confianza en el manejo que dan los políticos a un preocupante aumento en las infecciones, más de seis meses después de que España se viera abrumada por primera vez debido a la pandemia.
En España, las regiones autónomas son las únicas competentes en materia de salud, y el Gobierno tiene pocas opciones para dictar medidas, entre ellas el estado de alarma, un régimen de excepción que le permitió entre marzo y junio confinar a todos los españoles y controlar la primera ola de coronavirus.
Madrid tiene el rebrote más marcado de España y Europa. La región tiene una tasa de infección de 784 casos detectados por cada 100.000 habitantes en las últimas dos semanas, que es 2,5 veces más alta que el promedio nacional de 294 casos y es siete veces más alta que la de Europa, que se situó la semana pasada en 94 casos por 100.000 habitantes, según estadísticas de la Unión Europea.
Además de Madrid, las autoridades de otras tres regiones gobernadas por partidos conservadores y de centro-derecha así como de la región nororiental de Cataluña, rechazaron el miércoles el plan del Gobierno durante una reunión.
Hasta el miércoles, España había reportado casi 770.000 casos de coronavirus confirmados durante la pandemia y un número de muertes por el virus de más de 31.700, aunque los expertos dicen que todas las cifras subestiman el verdadero saldo de víctimas de la pandemia debido a la cantidad limitada de pruebas y otros factores.
(Con información de agencias)
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