China pone a prueba su manejo del Covid-19 durante la “semana dorada”: decenas de millones viajarán por el país durante las celebraciones

Expertos en el gigante asiático advirtieron sobre la posibilidad de un rebrote en el otoño boreal, pero numerosas imágenes muestran a miles de ciudadanos en situaciones cotidianas sin distancia social

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Foto de la estación de
Foto de la estación de trenes en Beijing. Foto: REUTERS/Carlos Garcia Rawlins

Este jueves comenzó en China la llamada “semana dorada” en la que se conmemora el Día Nacional, celebrado el 1 de octubre. No obstante, este año la celebración se extenderá durante más tiempo de lo previsto dado que se superpone con el Festival del Medio Otoño, un feriado que las familias tradicionalmente usan para realizar reuniones.

Este es el primer feriado importante desde que se lograra controlar el coronavirus en el gigante asiático. En consecuencia, millones de ciudadanos comenzaron a movilizarse ya el miércoles por la noche a través de los distintos medios de transporte para reencontrarse con sus familias, o simplemente por placer.

Para tomar dimensión del flujo de movimiento que esto representa, los asientos de trenes de alta velocidad para distintas rutas populares se agotaron en unas pocas horas el primer día de preventa, a comienzos de septiembre. Según un informe publicado por la agencia de viajes online Ctrip, es probable que se realicen alrededor de 600 millones de viajes en todo el país.

Para la población, la pandemia de Covid-19 quedó en el pasado. Expertos chinos han pronosticado una posible nueva ola de contagios para este otoño boreal que ya ha comenzado. Pero las estimaciones no han causado un aumento en los recaudos tomados para evitar un eventual rebrote.

Del más de millón de muertes que han tenido lugar como consecuencia de la pandemia, China declara haber tenido 4.634 decesos y sólo 85.414 contagios en una población de 1.400 millones de habitantes. No obstante, estas cifras han sido cuestionadas dada la opacidad con la que el régimen de Beijing suele manejarse a la hora de compartir sus estadísticas.

Con los viajes al extranjero aún restringidos, las atracciones nacionales resultaron ser las más favorecidas. En Beijing, cientos de personas llegaron temprano en la mañana del jueves al Templo del Cielo, aunque la mayoría ignoró los consejos del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de China ( CDC ), que expresa la necesidad de que las personas usen mascarillas y mantengan el distanciamiento social.

Ceremonia por el 71 aniversario
Ceremonia por el 71 aniversario de la fundación de la República Popular China. Foto: REUTERS/Carlos Garcia Rawlins

Un informe de la emisora estatal CCTV mostró también grandes multitudes de personas dando vueltas en una estación de tren en Nanchang, provincia de Jiangxi, en el este de China. En este caso el distanciamiento social tampoco fue observado. La autoridad ferroviaria dijo que esperaba que 14,8 millones de pasajeros usaran su servicio el jueves, el día más activo de la red desde el inicio de la crisis sanitaria mundial.

Las carreteras del país también se vieron muy transitadas, algo que se vio reflejado por grandes atascos que numerosos usuarios compartieron en sus redes sociales. Con sus autos inmóviles, las imágenes mostraban a los turistas pasando el tiempo practicando tai chi o incluso pescando desde puentes.

Se espera que el número total de vuelos nacionales durante el período de vacaciones supere los 15 millones, un aumento del 10 por ciento con respecto al año pasado, según el sitio de reservas de viaje Qunar.

En Shanghai, el gobierno municipal se sumará al ambiente festivo y presentará espectáculos de luces en el icónico Bund durante toda la semana. Los precios de las habitaciones en un hotel de lujo en Disney en Shanghai aumentaron y se ubican en el rango de entre 7.000 y 8.000 yuanes (el equivalente al rango de USD 1028 y 1.175 dólares). Una habitación en un hotel de categoría más baja en el resort sale alrededor de 3.500 yuanes por noche, el equivalente a USD 550. Casi todos los hoteles de las zonas suburbanas de Shanghai están reservados.

El miércoles previo al comienzo de las vacaciones, la Comisión Nacional de Salud del gigante asiático informó que no ha habido casos de coronavirus transmitidos localmente durante 44 días. También los expertos han dicho que no existe ningún riesgo especial en los viajes nacionales. Sin embargo, han recomendado tomar precauciones como usar barbijo y mantener la capacidad en los centros turísticos al 75 por ciento ya que podrían ocurrir brotes esporádicos en cualquier momento. Sin embargo, los ciudadanos parecen no estar respetando las medidas preventivas.

Foto de la estación de
Foto de la estación de trenes de Beijing. Foto: REUTERS/Carlos Garcia Rawlins

Algunos ciudadanos han optado por quedarse en sus ciudades y descansar o ir al cine. Según la aplicación de venta de entradas de películas Maoyan Entertainment, los cines han recaudado la abultada cifra de USD 29 millones aún estando limitados al 75 por ciento de su capacidad, que, igualmente, implicará que altas cantidades de personas estén juntas en un lugar cerrado.

En Wuhan, la ciudad del centro de China donde surgió el coronavirus, la popular atracción Yellow Crane Tower se preparaba para recibir el jueves 25.000 visitantes durante el día patrio.

Por su parte , los líderes del Partido Comunista Chino (PCC) participaron en un homenaje anual en el que se colocan flores en el Monumento a los Héroes del Pueblo en la Plaza de Tiananmen. Ninguno de ellos usó mascarilla a pesar de que todos los periodistas que cubrieron el evento debieron tomar una prueba de Covid-19 doce horas antes.

El miércoles por la noche, asistieron a una cena en el Gran Salón del Pueblo en Beijing el presidente Xi Jinping y unos 500 invitados. Entre ellos se encontraba el primer ministro Li Keqiang, quien habló del éxito del país a la hora de contener el Covid-19, que ha matado a más de 1 millón de personas en todo el mundo.

Ni el ex presidente Hu Jintao ni el exprimer ministro Wen Jiabao asistieron a la cena, pero sí lo hicieron Meng Jianzhu, un exjefe del Partido Comunista a cargo de la seguridad, y Wu Shengli, un excomandante naval, ambos envueltos en escándalos. Fue la primera vez que Meng o Wu, quienes dejaron sus cargos en 2017, fueron vistos en público durante meses.

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