El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, instó este martes a Armenia y Azerbaiyán a poner fin a las hostilidades y “contribuir a una solución pacífica” en Nagorno Karabaj, donde desde hace tres días combaten estas dos naciones y se teme que pueda ser el comienzo de un gran conflicto en el Cáucaso.
“El ministro de Exteriores (griego) y yo abordamos el conflicto en Nagorno Karabaj, donde ambas partes tienen que parar la violencia, trabajar con el Grupo de Minsk y volver a las negociaciones reales lo más rápido posible”, dijo Pompeo en Creta durante el segundo día de su visita a Grecia, en referencia a la reunión que mantuvo con su homólogo, Nikos Dendias, este lunes.
El jefe de la diplomacia del Gobierno de Donald Trump afirmó en la mayor isla griega que la cooperación militar entre su país y Grecia constituye un contrapeso a la presencia desestabilizadora de Rusia en la región. “Tenemos una cooperación militar muy estrecha... Y ésta es muy importante porque Rusia juega un papel desestabilizador en la región, como hace en Libia por ejemplo”, destacó Pompeo, en declaraciones conjuntas con el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, en la base de la fuerza aérea helena en La Cánea.
Moscú tiene una base militar en Armenia y Ankara -que desde hace unos meses le echa un gran pulso a Grecia sobre el control de las aguas del Mediterráneo oriental- es el principal aliado de Azerbaiyán.
Por su parte, Rusia pidió a Turquía que trabaje por la paz en Nagorno Karabaj, donde los combates entre los separatistas armenios y Azerbaiyán han dejado cerca de cien muertos desde el domingo. “Hacemos un llamamiento a todos los países, especialmente a nuestros países socios como Turquía, para que hagan todo lo posible para [lograr] un alto el fuego y volver a una solución pacífica de este conflicto”, dijo a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Estambul, a su vez, reafirmó este martes su apoyo a Azerbaiyán “en el terreno y en la mesa de negociaciones” en el enfrentamiento con Armenia. “Queremos resolver este problema por completo”, añadió el ministro turco de Exteriores, Mevlüt Çavusoglu, tras una reunión con el embajador acerí en Ankara, Hazer Ibrahim.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se hizo ayer eco de los rumores de que Turquía habría enviado armas, militares o incluso mercenarios a Azerbaiyán para respaldar la ofensiva de Bakú, pero no los confirmó ni negó. “Nos amenazan. Dicen que si Turquía está allí, si hay soldados turcos allí, si enviamos armas... Son los mismos que enviaron camiones con armas a Siria”, dijo el mandatario en referencia al apoyo de Estados Unidos a las milicias kurdosirias enfrentadas con Turquía.
Cerca de 100 muertos
Desde el domingo, las fuerzas del enclave separatista de Nagorno Karabaj, apoyadas política, militar y económicamente por Armenia, y las de Azerbaiyán se enfrentan en los combates más mortíferos desde 2016.
El martes, el número oficial de muertos era de 99, incluyendo 15 civiles (diez de Azerbaiyán y cinco de Armenia). Pero ambos bandos afirman haber matado a cientos de soldados enemigos.
El ministro de Defensa de Armenia dijo el martes que los separatistas habían destruido 49 drones, cuatro helicópteros, 80 tanques, un avión militar y 82 vehículos militares azerbaiyanos desde el domingo.
Las autoridades de Nagorno Karabaj dicen que han recuperado las posiciones perdidas el día anterior, lo que Azerbaiyán niega, afirmando que hicieron nuevos progresos y destruyeron “una columna motorizada armenia y una unidad de artillería”.
Por su parte, el ministerio de Defensa de Azerbaiyán aseguró que los “feroces combates” continuaron hasta el martes por la mañana y que sus fuerzas habían destruido “una columna motorizada armenia”, “una unidad de artillería” así como cuatro tanques enemigos y un vehículo blindado.
(Con información de AFP y EFE)
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