Otro gobierno Europeo designó a Hezbollah como organización terrorista global y el grupo transita el peor momento desde su creación en 1982

El parlamento serbio ratificó esta semana en sesión especial la decisión publicitada por el gobierno a principios de septiembre y anunció que su país formalizó la designación como organización terrorista transnacional

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El presidente serbio Aleksander Vučić, REUTERS/Marko Djurica
El presidente serbio Aleksander Vučić, REUTERS/Marko Djurica

Desde Belgrado, el presidente Aleksander Vučić, se refirio a la medida como una decisión sumamente importante que eliminó la capacidad del grupo islamista para operar en Serbia. La designación fue ratificada por la legislatura serbia e incluye la totalidad de la organización sin distinguir entre su ala política o armada. A la declaración que Vučić brindó a los medios el presidente incluyó su opinión sobre los importantes acuerdos firmados entre Israel, Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Bahréin, y ratificó el compromiso de su administración con los avances para la paz en Oriente Medio. Al mismo tiempo confirmó la mudanza de la sede diplomática Serbia en Israel a la ciudad de Jerusalén.

Desde su creación en 1982, es muy posible que este sea el peor momento en la historia de Hezbollah. La organización pro-iraní transita varios dilemas y su capacidad para resolverlos evitando altos costos políticos, aparece compleja.

La Unión Europea (UE) elaboró una visión política-estratégica muy clara respecto de calificar a Hezbollah como terrorista global cuando a principios de año el Reino Unido dio a conocer su designación como tal. Esa postura continuó en el mes abril con la decisión de Alemania a la que le siguió recientemente Lituania, ahora Serbia ha hecho lo propio al prohibir sus actividades y calificar a la organización en los mismos términos que la consideran una docena de países, incluidos los EE.UU. y Países Bajos.

A estos problemas que enfrenta Hezbollah en Europa se suman las recientes sanciones económicas estadounidenses sobre sus funcionarios entre los que se encuentra incluido el ex ministro de Transporte libanés Yusuf Finyanus, por operar una media docena de contratos del estado otorgados irregularmente a empresas cuyos directores integran el Consejo político de Hezbollah, como han sido los casos de Arch Consulting y Meamar Construction, que también fueron sancionadas por ser parte de la trama de corrupción gubernamental y triangulacion de depósitos en el lavado de activos con entidades bancarias y sociedades financieras europeas.

Estas sanciones afectan gravemente las finanzas de Hezbollah en sus operaciones de tráfico de cocaína y otras drogas sintéticas dentro de Europa, además neutraliza la ruta del lavado de dinero proveniente de ilícitos conexos que la organización lleva a cabo desde Latinoamérica, Canadá y África.

Fuentes de inteligencia financiera Occidentales confirmaron la investigación que se lleva adelante sobre Arch Consulting, una empresa con domicilio fiscal en Belice, a través de la cual se sospecha que financistas de Hezbollah han canalizado millones de dólares al grupo en el Líbano. Aunque se ignora de momento si la empresa y su fundadora, la francesa Arch Robin, hayan sido utilizada e ignoraban los verdaderos fines de su filial regional infiltrada por funcionarios de Hezbollah. El dinero provenía del fraude con tarjetas de crédito, la falsificación de varias marcas de tecnología, electrodomésticos, cigarrillos y ropa que se mueve en la ilegalidad del contrabando en América Latina y la región del Caribe, Costa de Marfil y Cabo Verde, y se lavaba con distintos contratos para ejecución de Obras e Infraestructura en Líbano donde el rol del ex ministro de transporte y demás lobistas de la organización era determinante.

EL líder del grupo terrorista Hassan Nasrallah REUTERS/Sharif Karim/File Photo
EL líder del grupo terrorista Hassan Nasrallah REUTERS/Sharif Karim/File Photo

Mientras tanto, dentro del Líbano, lejos de aplacarse las acusaciones de grupos civiles continúan movilizados en las calles de Beirut y acusan al grupo como responsable por acción u omisión en la explosion del puerto de la capital acaecido el 4 de agosto pasado.

Al mismo tiempo, fuentes reservadas de sectores políticos opositores dijeron a Infobae que denunciaron por medio de una carta privada enviada al presidente francés Emmanuel Macron, que el grupo terrorista bloquea la conformación de un nuevo gobierno que lleva adelante el primer ministro Mustafa Adib, acusando a Hezbollah por su exigencia para mantener un hombre suyo en el Ministerio de Economía, ese incidente disparó por primera vez duras críticas la organización dirigida por Hassan Nasrallah de parte del Patriarca Maronita Bechara Al-Rai.

Para agravar aún más el momento político complejo del grupo pro-iraní, Bahréin denunció haber detenido el pasado lunes una célula integrada por 18 personas que planeaban ejecutar operaciones terroristas en su territorio. La acusación cuenta con un plexo probatorio amplio y creíble en la medida que 6 de los detenidos confesaron haber sido entrenados por Hezbollah en Irak y por la Guardia Revolucionaria de Irán en campos militares cerca de Teherán. A ello debe sumarse la explosion de un gran depósito de municiones y cohetes de corto alcance ocurrido el martes pasado en Nabatiyeh, cerca de la ciudad portuaria de Sidón, lo cual expuso la vulnerabilidad de la organización y de la propia población libanesa de esa región del país ocupada por el grupo terrorista que ha desarrollado una red de túneles y depósitos de sistemas de armas muy peligroso para los habitantes de zona en clara violación de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU.

Sin embargo, desde el Quai d’Orsay no hubo declaraciones nuevas a lo expresado en la última visita del presidente Emanuelle Macron a Beirut el 1 de septiembre, a pesar que el secretario de estado estadounidense Mike Pompeo declaró a la prensa dais pasados: “Queremos trabajar con Francia, es claro que las acciones de Hezbollah en territorio europeo van en caída libre pero no subestimamos al terrorismo. Actualmente sus operaciones son bloqueadas y seguimos monitoreando a Hezbollah en el tramando de ataques terroristas, la adquisición de tecnología militar y recaudación fondos”, agregó el secretario de la administración Trump.

No obstante, aunque Francia aún se niega a calificar como terrorista global a Hezbollah y se ha mostrado como mediador en la crisis política y económica libanesa, EE.UU. espera que Macron tome acciones más efectivas contra la organización luego que tomó estado público una investigación encubierta ejecutada por oficiales del MI5, el servicio de seguridad interior británico, que detuvo a nueve elementos del Nuevo IRA entre el 22 y el 27 de agosto pasado.

Según fuentes de inteligencia del Reino Unido, la relación de los terroristas irlandeses con Hezbollah e Irán está probada por completo, en consecuencia los detenidos serán acusados por cargos de terrorismo y llevados a juicio en breve. Las investigaciones sobre la conexión de terroristas del IRA con Hezbollah llevan largo tiempo e incluyen varias visitas de esos elementos a la embajada de Irán en Dublín según pruebas fotográficas y fílmicas de la inteligencia británica que cree que el acercamiento de los terroristas irlandeses buscaba financiación y tecnología de los iraníes y armas desarrolladas por los khomeinistas junto a Hezbollah en Líbano, principalmente armamento apto para penetrar vehículos blindados de la Policía en Irlanda del Norte. En la declaración de dos de los detenidos se conoció que Hezbollah también está cercana a elementos de ETA que se están reagrupando en la pequeña ciudad francesa de Perpiñán, cercana a la frontera española. La investigación de los servicios de seguridad británicos continúa actualmente junto a los servicios de seguridad españoles que detectaron presencia de elementos de Hezbollah en la localidad francesa.

En este escenario, una fuente de la seguridad libanesa ha revelado a Infobae que “con todos sus problemas actuales, Hezbollah transita el peor momento al interior del Líbano como en sus operaciones internacionales”. Lo cual agrava y profundiza la volátil situación libanesa. No obstante, si Hezbollah tiene éxito en mantener el status quo que le permita maniobrar dentro la política local y mantener su poder de imposición no obstruirá la conformación de un nuevo gobierno en la medida que pueda continuar con el control sobre ministerios claves e instituciones tradicionales como el ejército libanés y el parlamento. Sin embargo, el punto de acercamiento a una crisis que la organización no pueda manejar derivaría en que el grupo político-terrorista intente huir hacia adelante. Si eso ocurre, todas las opciones estarán abiertas incluso los choques entre facciones y la violencia sectaria que agravarían las tensiones dentro del Líbano e incluso pueden derivar en una nueva escalada militar en la frontera sur del país con Israel, lo que sería muy nocivo y peligroso para el país.

En este estado de cosas la estrategia de Hezbollah es la de Nerón: “Si no domina Roma, incendiara Roma”. Esto último es el punto crucial que la administración francesa del presidente Macron no está interpretando en su intento por apaciguar la crisis libanesa.

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