“¡La provocación falló!”. Con esa frase a modo de ironía termina la publicación que realizó el martes en su cuenta de Instagram el opositor ruso Alexei Navalny, quien se recupera en Berlín de un envenenamiento que no se descarta que haya tenido detrás al Kremlin.
El opositor, quien salió de un coma de 18 días el 7 de septiembre y ha estado compartiendo sus avances a través de sus redes sociales desde entonces, eligió ese medio para contestar al Gobierno de Vladimir Putin, quien le habría dicho al presidente francés, Emmanuel Macron, que era inapropiado hacer “acusaciones sin fundamento basadas en nada contra la parte rusa” y, según el texto publicado por Navlany, Putin le habría dicho a Macron que el opositor "podría haberse tragado este veneno solo”. La declaración habría tenido lugar durante una conversación telefónica que mantuvieron la semana pasada ambos líderes sobre este tema, y en la que el Kremlin negó toda responsabilidad.
“Buena versión. Creo que merece un estudio más detenido. Cociné ‘Novichok’ en mi cocina. Tomé un pequeño sorbo de una petaca a bordo de un avión. Caí en coma”, comienza la reconstrucción irónica realizada por Navalny en su Instagram.
Y continúa: “Antes de eso, había acordado con mi esposa, amigos y colegas que si el Ministerio de Salud insistía en que me llevaran a Alemania para recibir tratamiento, no lo permitirían. Moriría en un hospital de Omsk y terminaría en una morgue de Omsk, donde se establecería que la causa de mi muerte sería que ya ‘había vivido lo suficiente’”.
“Ese era el objetivo final de mi astuto plan. Pero Putin me superó. Simplemente no lo pude engañar. Como resultado, yo, como un tonto, estuve en coma durante 18 días, pero no logré mi objetivo. ¡La provocación falló!”, finaliza el texto.
El Gobierno alemán informó el lunes pasado que laboratorios de Francia y Suecia confirmaron, de manera independiente, las conclusiones de un laboratorio militar alemán acerca de que Navalny fue envenenado con una sustancia del grupo Novichok.
El 20 de agosto pasado Navalny sufrió un colapso durante un vuelo de Siberia a Moscú, lo que forzó un aterrizaje de emergencia en la ciudad de Omsk, donde recibió tratamiento en un hospital local.
Los médicos rusos que lo trataron aseguraron no haber encontrado rastros de envenenamiento y atribuyeron su estado a problemas de metabolismo.
Dos días después, por solicitud de la familia y de sus colaboradores, Navalny fue traslado a Berlín, donde está siendo tratado en el hospital universitario de la Charité.
El último episodio relacionado tuvo lugar el lunes, cuando Navalny pidió al gobierno ruso que le entregue la ropa que vestía cuando cayó en coma el mes pasado, acusando a Moscú de retener evidencia importante sobre su caso.
“Antes de dejarme ir a Alemania, ellos me quitaron toda la ropa y me enviaron completamente desnudo”, dijo Navalny en una entrada en su sitio web. “Considerando que la sustancia Novichok se encontró en mi cuerpo y que la infección por contacto es muy probable, mi ropa es una fuente de evidencia clave”, escribió.
“Demando que mi ropa sea empacada cuidadosamente en una bolsa de plástico y se me devuelva”, dijo.
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