El líder de los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de Irán, afirmó este sábado que la muerte del general Qassem Soleimani, el pasado enero en una operación estadounidense en Irak, será vengada tomando por blanco “a todos los implicados”. “Trump, nuestra revancha por el martirio de nuestro gran comandante es cierta, seria y real, pero somos respetables y nuestra revancha será equitativa y justa”, dijo el general Hossein Salami, líder de los Guardianes, citado este sábado por la página en internet Sepahnews.
Este mensaje es una respuesta a las informaciones publicadas hace una semana por la página de noticias Politico, citando a dos responsables estadounidenses no identificados, que mencionaban un plan para asesinar a Lana Marks, embajadora de Estados Unidos en Sudáfrica desde octubre de 2019. Según este medio, también había previstos ataques o acciones por la muerte de Soleimani antes de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre en Estados Unidos.
Después de que estas informaciones fueran publicadas, el presidente estadounidense Donald Trump afirmó que “cualquier ataque por parte de Irán hacia Estados Unidos se vería seguido por un ataque contra Irán que sería mil veces más fuerte”.
“Pensaban que tomaríamos como blanco una embajadora en Sudáfrica por la sangre de nuestro hermano. Tomaremos como blanco a todos aquellos que hayan estado directa o indirectamente implicados en el martirio de este gran hombre. Es un mensaje serio”, matizó el líder de los Guardianes este sábado.
Soleimani era el arquitecto de la estrategia militar de su país en la región, sobre todo en Irak y Siria. El general, muerto en un ataque estadounidense con drones en enero en Bagdad, dirigía concretamente la fuerza Quds, la unidad de élite encargada de las operaciones exteriores de los Guardianes de la Revolución. Tras su muerte, Irán disparó misiles contra bases estadounidenses y de otros países miembros de la coalición en Irak.
Las relaciones entre Irán y Estados Unidos fueron malas desde la Revolución islámica de 1979 y pero han empeorado aún más desde la llegada de Trump al poder. El mandatario tomó la decisión de retirar a su país, de forma unilateral, del acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní firmado en 2015 entre la comunidad internacional y Teherán. Además, volvió a imponer severas sanciones contra Irán y quiere que la ONU haga lo mismo.
Los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria de Irán (IRGC, en inglés) surgieron en 1979 tras la Revolución Islámica que depuso al Sha de Persia e instauró el actual régimen teocrático dirigido por los ayatolás. También conocida como pasdaran (“guardianes” en farsi), esta fuerza paramilitar fue pensada como una rama de las Fuerzas Armadas de Irán encargada de proteger precisamente el régimen teocrático y la república islámica, a diferencia del rol más tradicional de protección de fronteras del ejército, la marina y la fuerza aérea.
Se cree que actualmente cuenta con unos 120.000 miembros destinados a unidades terrestres, navales y aéreas, y la Fuerza Quds, que es su división de operaciones en el extranjero. Además, controla a las milicias Basij, que suman otros 90.000 miembros.
Su vinculación como patrocinador del terrorismo y su rol desestabilizador acusado por Estados Unidos, están relacionados a las acciones de la Fuerza Quds, que dirige las operaciones iraníes en Siria, Irak, Afganistán y el Líbano, entre otros países.
En este rol, la Fuerza Quds apoya y entrena a los grupos terroristas Hezbollah en el Líbano, y Hamas y Yihad Islámica en la Franja de Gaza, además de las milicias hutíes en Yemen y a distintos grupos chiitas en Siria y Afganistán.
Con información de EFE y AFP
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