El primer ministro de Canadá y el presidente de Francia, Justin Trudeau y Emmanuel Macron, respectivamente, han reiterado este jueves la necesidad de que se lleve a cabo una “investigación imparcial” sobre el envenenamiento del opositor ruso Alexei Navalni.
Navalni, hospitalizado en el hospital Charité de Berlín, asegura que puede respirar sin ventilación mecánica. Fue evacuado desde Rusia, donde tuvo que ser hospitalizado de urgencia tras ser supuestamente envenenado en un vuelo de Siberia a Moscú.
Los test realizados en Francia, Alemania y Suecia han concluido que fue envenenado con Novichok. Los líderes europeos han pedido explicaciones al Gobierno de Rusia, que niega cualquier vinculación con el ataque.
Los dos mandatarios han discutido acerca de otros asuntos, como los esfuerzos de ambos países para luchar contra la pandemia de la COVID-19, mantener a la ciudadanía segura y sana, reabrir la economía y garantizar una vuelta a las aulas segura. En este contexto, han expresado su compromiso con una colaboración internacional que permita una recuperación de la economía sostenible e inclusiva, además de apoyar los empleos y los negocios.
Además, según un comunicado difundido por la oficina de Trudeau, los mandatarios han abordado su relación con China y han coincidido en “la importancia” de una desescalada de tensiones en el Mediterráneo oriental.
El equipo de Alexei Navalny afirmó el jueves que fueron hallados restos de la sustancia neurotóxica con la que se envenenó al opositor ruso en una botella de plástico recuperada en la habitación de un hotel donde se alojó.
El principal opositor ruso, de 44 años, se sintió muy mal el 20 de agosto, a bordo de un avión, cuando regresaba a Moscú desde la ciudad siberiana de Tomsk. Más tarde fue trasladado en un avión medicalizado a Alemania, donde estuvo en coma inducido por más de dos semanas mientras era tratado con un antídoto.
En Instagram, su equipo declaró que fueron detectados restos de una sustancia neurotóxica tipo Novichok en una “botella de agua de plástico normal”, recuperada en la habitación del hotel donde Navalny se hospedó en Tomsk.
Junto al mensaje, se muestra un video en el que miembros del equipo de Navalny inspeccionan una habitación de hotel y recogen posibles indicios, antes de que la policía pudiera visitar el lugar. El video fue filmado justo después de que sus colaboradores fueran informados de que el opositor se sintió mal.
“Como estaba totalmente claro que Navalny no estaba ‘ligeramente enfermo’ (...) decidimos recoger todo lo que podía ser útil y entregarlo a los médicos en Alemania”, explica el entorno del activista.
“También era evidente que no habría una investigación en Rusia”, prosigue. “Ahora, vemos que (su envenenamiento) tuvo lugar antes de que dejara su habitación para ir al hotel”.
La hipótesis previa era que la intoxicación se había producido por consumir un té mientras aguardaba la partida de su vuelo de regreso a Moscú, que debió aterrizar de emergencia en Omsk para trasladar al político a un hospital de emergencia, donde le dieron los primeros auxilios.
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