Olga Demina tenía 25 años cuando se le perdió el rastro, el 20 de agosto de 2014. Era una bailarina del Bolshoi, el teatro de ballet más importante de Rusia, y uno de los más célebres del mundo.
Malkhaz Dzhavoev, de 40 años, era una extraña figura que estaba siempre alrededor suyo. Algunos testimonios recogidos por la prensa rusa lo describen como un manager, otros como un amante. La madre de Olga va un poco más allá: “Ella estaba completamente a su merced", dijo al sitio East2West News.
Lo que se sabía hasta ahora es que el 20 de agosto de 2014, Dzhavoev la llevó de Moscú a otra ciudad, para que baile en una fiesta privada, para un grupo de millonarios. Hay registros de que luego la trasladó de nuevo a su apartamento, pero nunca más se volvió a saber de ella desde ese momento.
Poco antes de su desaparición, la madre de Olga recibió un misterioso mensaje de texto enviado desde el teléfono de su hija: “Mamá, es Olga. He robado una gran cantidad de dinero. No puedo ir a Moscú. Ahora iré a Europa por 10 días. No respondas a las llamadas si te llaman. No me busques. No vayas a ninguna parte”.
La Policía no creyó nunca que el mensaje fuera enviado por la bailarina, sino por alguien vinculado a lo que le sucedió. El principal sospechoso era Dzhavoev, pero no había pruebas suficientes en su contra.
“Poco antes de su muerte vendió su auto Peugeot. Fue a venderlo con Malkhaz, él tomó el dinero”, dijo su madre. “Olga también tenía préstamos a su nombre y le dio el dinero a Malkhaz”, agregó.
Alguien –todo indica que Dzhavoev– tenía fotos de ella que eran sexualmente comprometedoras y la estaba chantajeando. A pesar de que pagó más 10.000 dólares, las imágenes terminaron siendo publicadas. La principal hipótesis de los investigadores es que quien la extorsionaba le pidió más dinero, ella se negó a pagar, y entonces la asesinó.
El año pasado se descubrió un cráneo cerca de donde se registró la señal del teléfono móvil de Dzhavoev la noche en que Olga desapareció. Sin embargo, las pericias demostraron que el cuerpo no pertenecía a la bailarina.
El supuesto manager fue detenido en Moscú en 2017 tras ser extraditado por una orden de la Interpol de Alemania, donde había huido, haciéndose pasar por un refugiado kurdo. Pero luego fue liberado. Recientemente, fue encarcelado por cinco años y medio por fraude en la venta de un apartamento que pertenecía al novio de la bailarina, Alexey Fetisov.
Pero caso dio un vuelco esta semana. Un agente dijo bajo anonimato al Komsomolskaya Pravda que Dzhavoev dijo en la cárcel que él mató a Olga y que el cadáver “fue desmembrado y disuelto en ácido”. Sus restos fueron luego arrojados en un pozo cerca de un lago.
"Los trabajos de búsqueda están en marcha allí ahora. El ácido sulfúrico disuelve todo, pero algunos fragmentos del cuerpo pueden haber sido preservados. Hay que encontrarlos”, afirmó la fuente. Lo que sí está probado es que Dzhavoev y su padre compraron ácido sulfúrico de una empresa industrial semanas antes de la desaparición.
“El homicida la asesinó y luego desmembró el cadáver... después disolvió partes del cadáver en ácido”, dijo la madre de Olga ahora, contando lo que le dijeron los policías del caso.
En la carátula de la causa judicial cobra vigencia la hipótesis original de los investigadores: “Mientras estaba en el apartamento en la noche del 20 de agosto de 2014, Dzhavoev presuntamente atacó a Demina y cometió un asesinato premeditado”.
El abogado de Dzhavoev ha negado cualquier participación de su cliente. “Tenemos información de que Olga Demina soñó durante mucho tiempo con dejar Rusia y organizar su vida personal en el extranjero”, dijo el letrado.
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