“Hola, este es Navalny”, escribió el líder de la oposición en una publicación en Instragram en la que aparece con su familia en el hospital de Berlín al que fue trasladado para ser tratado. “Ayer fui capaz de respirar por mis propios medios todo el día”, dijo en esta primera publicación en la red social tras haber sido envenenado con una sustancia neurotóxica según Alemania.
“No usé ninguna ayuda externa, ni siquiera la válvula más simple en mi garganta. Me gustó mucho. Un proceso asombroso, subestimado por muchos. Lo recomiendo”, agregó con su habitual tono irónico.
Navalny, un abogado de 44 años que denuncia desde hace tiempo la corrupción en las élites rusas, está hospitalizado en la clínica berlinesa de la Charité de Berlín por envenenamiento desde el 22 de agosto.
Tras salir del coma tres semanas después, su estado de salud ha ido mejorando, y este lunes el hospital indicó que al paciente se le había retirado de manera exitosa la ventilación mecánica y que era capaz de levantarse de la cama por breves periodos de tiempo.
El lunes también trascendió que Navalny manifestó ante un un fiscal alemán que espera poder volver a Rusia apenas esté recuperado y “continuar su misión”.
Un laboratorio militar alemán concluyó el 3 de septiembre que el opositor ruso fue envenenado con un potente agente neurotóxico, unas afirmaciones que Moscú niega.
Una revisión independiente realizada por Francia y Suecia a pedido del gobierno alemán confirmaron las pruebas realizadas en Berlín, por lo que ya son “tres laboratorios los que han presentado de manera independiente la prueba de que un agente neurotóxico del grupo Novichok es la causa del envenenamiento de Navalny”, indicó el gobierno.
Esta sustancia altamente tóxica ya fue utilizada contra el ex agente doble ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia en 2018 en Inglaterra, según las autoridades británicas.
Creado por los soviéticos en los años 1970 como arma química, este agente se presenta normalmente como un polvo que puede penetrar en los poros de la piel o las vías respiratorias.
El uso de Novichok “constituye una violación grave de la Convención sobre las Armas Químicas”, recordó el gobierno alemán. Por ello, Berlín solicitó a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OIAC) para el análisis de las pruebas en el caso Navalny, añadió.
Según las autoridades rusas, en cambio, los análisis realizados durante la hospitalización de urgencia de Navalny en Omsk (Siberia), no revelaron la existencia de ninguna sustancia tóxica en el organismo del activista.
El gobierno alemán reiteró el lunes “el llamado a Rusia para que aporte explicaciones sobre lo que pasó”.
Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, mantuvo una conversación con su homólogo ruso, Vladimir Putin, y le instó a “arrojar la luz, sin demora” sobre el “intento de asesinato” del opositor.
Para el mandatario ruso, estas acusaciones no tienen ni “apoyo ni fundamento”.
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