Según el informe anual “Objetivos Globales 2020” de la Fundación de Bill y Melinda Gates, el COVID-19 ha hecho retroceder fuertemente al mundo en distintas áreas, revirtiendo en varias de ellas años de progreso.
El documento, publicado este martes, describe el estado de situación y hace un llamado urgente llamado a los líderes mundiales a dar una respuesta coordinada al desarrollo de diagnósticos, vacunas y tratamientos para poner fin a la pandemia.
El informe señala como, en los meses desde su irrupción en la escena global, la pandemia ha acabado con décadas de desarrollo global en áreas que van desde la salud hasta la economía.
El progreso no sólo se ha detenido en numerosas áreas, sino que en casos también ha retrocedido. Entre ellos se cuentan la capacidad de reducir la pobreza y mejorar las condiciones de las mujeres y los niños en todo el mundo.
“Objetivos Globales 2020” proporciona un conjunto de datos actualizados sobre cómo la pandemia está afectando el progreso hacia objetivos trazados cuando comenzó la serie anuel. Muestra un retroceso en casi todos los indicadores: la pobreza extrema ha aumentado en un 7 por ciento. La cobertura de vacunas, una buena medida indirecta del funcionamiento de los sistemas de salud, está cayendo a niveles vistos por última vez en la década de 1990.
“En otras palabras, hemos retrocedido unos 25 años en unas 25 semanas”, dice el informe. “Lo que haga el mundo en los próximos meses es muy importante”, advierte.
Según el informe, los daños económicos de COVID-19 están acentuando las desigualdades societales. La pandemia ha tenido un impacto desproporcionado en las mujeres, las minorías raciales y étnicas y las personas que viven en la pobreza extrema.
En todo el mundo, las mujeres se enfrentan a una carga cada vez mayor debido a las crecientes demandas en el trabajo de cuidados no remunerado y son quienes experimentan la mayoría de las pérdidas de empleo.
En los Estados Unidos, el porcentaje de personas de color y latinas que dicen no poder pagar el alquiler duplica al porcentaje de personas blancas.
Luego de 20 años de progreso continuo, casi 37 millones de personas han caído bajo la línea de pobreza extrema. Es decir, sobreviven con menos de USD 1,90 dólares por día.
Los efectos sanitarios negativos de la pandemia para las mujeres exceden ampliamente aquellos causados por la enfermedad en sí. “Indirectamente, el Covid-19 hará que más mujeres que hombres sufran y mueran, en gran parte porque la pandemia ha interrumpido la atención médica antes, durante e inmediatamente después del parto”, dice el informe.
Los recién nacidos también están en riesgo, ya que es probable que mueran más bebés cuando los sistemas de salud colapsan, como está sucediendo ahora en numerosas locaaciones alrededor del mundo.
A su vez, los niños corren un mayor riesgo de contraer enfermedades potencialmente mortales como la difteria, el tétanos y la tos ferina. Esto es consecuencia directa del hecho que, por primera vez en casi 30 años, los primeros cuatro meses de 2020 mostraron una caída sustancial en el número de quienes completaron las tres dosis de la Vacuna DTP, según la Organización Mundial de la Salud y Unicef.
El brote no solo daña la salud de los niños, sino también su educación. “Los datos de la epidemia de ébola en África occidental sugieren que, cuando las escuelas abran de nuevo, es menos probable que las niñas regresen, cerrando así oportunidades para ellas mismas y para sus futuros hijos”, dice el informe elaborado por la Fundación Gates.
Estudios de modelos recientes muestran que las muertes por VIH, tuberculosis y malaria podrían duplicarse en el próximo año.
A pesar de las sombrías proyecciones, los patrocinadores de la fundación describen un camino para poner fin a la pandemia y reanudar el progreso hacia los Objetivos Globales.
En el informe, del que son coautores cada año, hacen un llamado al mundo a colaborar en el desarrollo de diagnósticos, vacunas y tratamientos; fabricar pruebas y dosis lo más rápido posible; y entregar estas herramientas de manera equitativa en función de la necesidad en lugar de la capacidad de pago.
Indican que actualmente existen varias estrategias viables para ayudar a lograr un resultado equitativo, incluido el Acelerador de acceso a herramientas COVID-19 (ACT), al que describen como esfuerzo de colaboración más serio para poner fin a la pandemia y reúne a organizaciones comprobadas como Gavi, Vaccine Alliance y Fondo Global de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria.
Los efectos positivos de un tratamiento efectivo de la pandemia llegarían también a los ámbitos previamente descritos. Si el mundo puede obtener una vacuna contra el coronavirus y distribuirla con éxito en los próximos 18 meses, los indicadores pueden volver a ser como estaban antes de la pandemia en uno o dos años, asegura el informe.
Sin embargo, este probablemente no sea el caso para los países en desarrollo, aún en el mejor escenario. Para ellos, revertir la recesión económica puede llevar más tiempo porque no tienen la capacidad de invertir tanto dinero en sus economías como los países ricos.
El informe deja claro que ningún país podrá hacer frente a este desafío por sí solo. Cualquier intento de protegerse dentro de sus fronteras solo prolongará las dificultades causadas por la pandemia. El desarrollo y la fabricación de vacunas no acabarán rápidamente con la pandemia a menos que se entreguen de forma equitativa, advierte.
El concepto se ve ilustrado por un modelo de Northeastern University, que estimó que si los países ricos compran los primeros 2.000 millones de dosis de vacuna en lugar de asegurarse de que se distribuyan de manera equitativa, casi el doble de personas podrían morir a causa del Covid-19.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta que el mundo experimentará entre 2020 y 2021 la mayor pérdida del PIB mundial desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
El documento destaca que a pesar de estas limitaciones, los países están innovando para hacer frente a los desafíos: se están desarrollando candidatos para vacunas y terapias más rápido que nunca; las innovaciones centradas en la pandemia incluyen el rastreo de contactos en Vietnam y las pruebas conjuntas en Ghana, mientras que los nuevos programas de transferencia de efectivo digital o mejorados están llegando a 1.100 millones de personas en 138 países.
Los Centros Africanos para el Control y la Prevención de Enfermedades y decenas de socios lanzaron la Plataforma Africana de Suministros Médicos en junio para garantizar que los países del continente tengan acceso a equipos y suministros asequibles, de alta calidad y que salvan vidas, muchos de los cuales se fabrican en África.
Bill y Melinda Gates creen que COVID-19 es una verdadera prueba para la comunidad global.
“Una de las cosas más preocupantes de esta pandemia es que, al alterar los sistemas de salud y la economía global, está comenzando a borrar el progreso que la gente ha logrado para llevar una vida más saludable y productiva”, dijo Melinda Gates. "Nuestro informe destaca las acciones que el mundo puede tomar para cambiar las cosas. Los investigadores están muy cerca de desarrollar vacunas seguras y efectivas contra el coronavirus, pero los avances científicos deben encontrarse con una generosidad revolucionaria. Necesitamos líderes en el gobierno y la industria farmacéutica para garantizar que todos, independientemente de dónde vivan, puedan acceder a estas vacunas. Y tenemos la esperanza de que eso suceda ", concluye el informe.
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