Mientras continúan las protestas en Bielorrusia, una activista de 73 años se ha convertido en una figura clave en el movimiento de oposición al presidente Alexandr Lukashenko.
Nina Baginskaya se convirtió en una celebridad nacional tras ser fotografiada y filmada en manifestaciones antigubernamentales, regañando a la policía y parándose frente a los vehículos blindados de las autoridades.
Uno de los primeros episodios que impulsaron su popularidad ocurrió a fines de agosto, durante una protesta callejera en Minsk.
Baginskaya había estado marchando ondeando la vieja bandera roja y blanca de Bielorrusia, prohibida en el país y que durante las protestas se convirtió en un símbolo anti-Lukashenko.
La policía antidisturbios entonces intervino para quitarle la bandera de las manos. Pero Baginskaya, lejos de rendirse, gritó, golpeó y pateó al policía armado, incluso tirando del chaleco antibalas de un policía, según el video publicado en Twitter por Franak Viacorka el 26 de agosto.
Otro video publicado en el canal Telegram de Nexta mostró a la septuagenaria resistiendo el arresto de la policía en la protesta del 12 de septiembre y tratando de quitarle el pasamontañas a un oficial.
La confrontación sirvió para elevar aún más su perfil, al punto que ahora es común escuchar a la multitud coreando su nombre durante las manifestaciones.
“Ella es la heroína de nuestro tiempo”, dijo una joven manifestante a la BBC sobre Baginskaya.
Baginskaya, sin embargo, tiene un largo recorrido como activista: armada con la antigua bandera roja y blanca del país, ha estado manifestando desde mucho antes de las recientes elecciones de Bielorrusia.
La mujer ha aparecido en manifestaciones en el país desde 1988, como para exigir la liberación de presos políticos y protestar por la demolición de un sitio conmemorativo para las víctimas de ejecuciones masivas de la era soviética.
Sobre su reciente popularidad, Baginskaya dijo: “No me considero una heroína que ahora está siendo elogiada. Ese es el deber de cualquier persona. No somo esclavos. La gente tiene que ser libre”.
“El hecho que haya pateado a ese policía antidisturbios no fue un comportamiento educado, pero a un nivel humano fue correcto. Si te atacan o y tus cosas están robadas no vas simplemente a decir ‘gracias’”, comentó sobre sus frecuentes enfrentamientos con la policía.
Baginskaya cree que la lucha es necesaria porque Lukashenko "no se va a ir sólo”. “El hombre está enfermo. Es un psicópata controlado por la gente de Moscú”, aseguró.
Mientras tanto, su popularidad crece. Franak Viačorka, periodista y analista radicado en Minsk, dijo en Twitter que el 13 de septiembre los manifestantes nombraron informalmente una plaza en honor a Bahinskaya como parte de una iniciativa en la que los manifestantes de la oposición asignaron nombres vinculados al movimiento a plazas y calles de la capital.
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