La policía rusa va a pedir a Alemania que le permita interrogar al opositor ruso Alexei Navalny, hospitalizado en Berlín tras haber sido envenenado, según sus médicos, una afirmación rechazada por las autoridades de Moscú, que considera que no existen pruebas.
El departamento de transportes del ministerio ruso de Interior encargado de la investigación “preliminar” del caso, va a enviar una solicitud a los órganos competentes en Berlín para que los investigadores rusos puedan acompañar a los alemanes “cuando escuchen las explicaciones de Navalny y también puedan hacerle preguntas y pedir detalles”.
“La unidad investigativa (...) está elaborando una solicitud adicional de asistencia legal para las autoridades alemanas competentes”, señala el Departamento de la Policía de Transporte del Ministerio del Interior en un comunicado.
La solicitud rusa incluirá la posibilidad de que investigadores de los órganos de asuntos internos y un experto de Rusia estén presentes durante las diligencias de sus colegas alemanes con respecto a Navalny, a médicos y expertos, especialmente a la hora de escuchar sus explicaciones, explica Interior.
Esto permitirá a Rusia “hacer preguntas adicionales y aclaratorias” sobre el presunto envenenamiento del líder opositor, sostiene Moscú en el comunicado.
La Policía de Transporte de Rusia indicó además que ha reconstruido los pasos de Navalny. Los lugares que el líder de la oposición extraparlamentaria visitó en Tomsk incluyen un hotel y un restaurante, un apartamento alquilado en el que mantuvo una reunión y una cafetería en el aeropuerto en el que se tomó un té.
Los investigadores rusos afirman que en esos lugares Navalny comió y bebió, incluido vino y un cóctel alcohólico.
También interrogaron a seis personas que acompañaron al líder opositor durante su viaje y tratan de establecer el paradero de todos los pasajeros que estaban en el mismo vuelo que Navalni y con uno de sus médicos, señaló Interior.
En agosto Navalny, de 44 años, se sintió mal a bordo del avión en el que viajaba y fue ingresado en un hospital siberiano hasta que fue trasladado a Alemania, donde los médicos dicen haber encontrado rastros de envenenamiento con un agente neurotóxico de tipo Novichok, una sustancia concebida para fines militares en la era soviética.
El líder opositor salió en estos días del coma artificial y sigue mejorando. Rusia es señalada por la comunidad internacional como responsable de este envenenamiento pero Moscú rechaza estas acusaciones.
Con información de EFE
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