India y China han acordado respetar los acuerdos existentes sobre la zona de la frontera en disputa en la cordillera del Himalaya, Ladaj, y evitar “cualquier acción” que pueda agravar la situación.
Subrahmanyam Jaishankar y Wang Yi, respectivamente, en Moscú. El encuentro ha constituido la primera reunión desde los mortales enfrentamientos que se registraron en mayo en Ladaj.
Mediante un comunicado conjunto, los titulares de Exteriores, que han calificado la discusión como de “constructiva”, han explicado que están de acuerdo en que la situación actual en la zona disputada no “interesa” a ninguna de las partes.
Así, han convenido que las tropas fronterizas indias y chinas deben “continuar su diálogo, retirarse rápidamente, mantener una distancia adecuada y aliviar tensiones”.
Asimismo, cuando la situación se relaje, las dos partes se han comprometido a acelerar la conclusión de nuevas medidas que mantengan y mejoren “la paz y la tranquilidad” de la zona fronteriza. También han acordado continuar con las conversaciones.
El ministro de Exteriores indio describió la semana pasada la situación en la zona en disputa como “muy grave” y abogó por “conversaciones profundas”. Nueva Delhi y Beijing se acusaron nuevamente el lunes de un nuevo enfrentamiento en el lugar.
Esta sería la primera vez que se habrían producido disparos en cuatro décadas en la región contestada de Ladaj, en el Himalaya, rompiendo así el acuerdo que prohíbe el uso de armas de fuego, si bien no se han producido víctimas. Las relaciones entre los dos gigantes asiáticos se han deteriorado desde el pasado mes de mayo en medio de la creciente disputa por esta región.
Ladaj fue escenario de un enfrentamiento entre soldados indios y chinos, sin emplear armamento, que se saldó con 20 militares indios muertos el pasado mes de junio. Se trató de la peor confrontación entre los dos vecinos en 45 años.
India y China se enfrentaron en una breve guerra por su frontera en 1962. India disputa el control de China sobre 38.000 kilómetros cuadrados de tierra en Aksai Chin, que sostiene que forma parte de Ladaj. Beijing reivindica a su vez 90.000 kilómetros cuadrados de territorio en Arunachal Pradesh, que considera parte del sur de Tíbet.
(Con información de Europa Press)
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