El régimen de Xi Jinping intensifica la persecución a los periodistas extranjeros y advierte que deben “obedecer las leyes chinas”

Tras la apresurada salida del país de dos corresponsales australianos, las autoridades del gigante asiático confirmaron que estaban siendo investigados en el marco del arresto de Cheng Lei, otra conocida reportera de ese país. Beijing deportó en el primer semestre a un récord de 17 comunicadores

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El presidente chino, Xi Jinping (REUTERS/Carlos García Rawlins)
El presidente chino, Xi Jinping (REUTERS/Carlos García Rawlins)

China indicó el martes que los periodistas extranjeros que trabajen en el país deben respetar las leyes locales, después de la salida del país de dos reporteros australianos que temían ser detenidos.

Bill Birtles, corresponsal en Beijing de la cadena de televisión ABC, y Michael Smith, corresponsal en Shanghái de la Australian Financial Review (AFR), abandonaron el territorio chino la noche del lunes al martes. “Mientras los periodistas extranjeros respeten la ley (...) no tienen razones para preocuparse”, dijo ante la prensa un vocero de la diplomacia china, Zhao Lijian.

A su llegada a Australia, Birtles comentó: “Es muy decepcionante tener que salir bajo estas circunstancias, pero es un alivio estar de vuelta en un país con un verdadero estado de derecho”.

Michael Smith y Bill Birtles
Michael Smith y Bill Birtles

Las autoridades chinas expulsaron en el primer semestre de 2020 a un número récord de 17 periodistas extranjeros al anular sus carnés de prensa, según el Club de los Corresponsales Extranjeros en China (FCCC), y hubo penalizaciones de distinto tipo contra los profesionales de la prensa, como otorgar acreditaciones de más corta duración.

Además, en las últimas semanas, al menos cinco corresponsales extranjeros de cuatro medios estadounidenses (incluido el diario Wall Street Journal, la televisión CNN y la agencia Bloomberg) no pudieron renovar su carné de prensa, que es indispensable para ejercer, denunció el FCCC, en el marco de las represalias entre Beijing y Washington.

Tensiones con Australia

Según dijo Marcus Strom, presidente de la Alianza Australiana de Medios y Entretenimiento (MEAA), se trata del “peor momento en las relaciones de la prensa extranjera con Beijing en casi 50 años”.

La salida de Smith y Birtles se suma a las tensiones entre China y Australia, que han llegado a uno de sus peores momentos desde que Camberra impulsó este año una investigación internacional sobre el origen de la COVID-19, que dieron paso a represalias comerciales del gigante asiático.

La ministra australiana de Exteriores recalcó que el Ejecutivo de Camberra sigue brindando ayuda consular a los ciudadanos australianos detenidos en China, entre ellos Cheng Lei, quien trabaja para el canal chino en inglés CGNT y que se encuentra detenida en una vivienda vigilada.

Cheng Lei
Cheng Lei

Por su parte, el régimen chino informó que Cheng fue detenida el mes pasado por motivos “de seguridad nacional”, una razón que hasta ahora no había sido comunicada por las autoridades. “En cumplimiento de la ley, los servicios competentes tomaron medidas recientemente contra la ciudadana australiana Cheng Lei, sospechosa de actos criminales que ponen en peligro la seguridad nacional”, dijo el vocero Zhao.

Rechazo de los Estados Unidos

Las dos superpotencias rivales han restringido los visados a los periodistas y el gobierno de Trump afirma que “desde hace décadas, China amenaza, acosa y expulsa a periodistas estadounidenses y extranjeros”, criticó la portavoz del departamento de Estado del país norteamericano, Morgan Ortagus, citada en un comunicado de la embajada de EEUU en Beijing.

El último punto de fricción entre las dos potencias se debe a la duración de las acreditaciones. Washington solo otorga visados de 90 días a los periodistas chinos en territorio estadounidense.

En represalia, Beijing se negó a renovar el carné de prensa del grupo de corresponsales de medios estadounidenses antes mencionados, el cual es indispensable para ejercer, según el Club de los Corresponsales Extranjeros en China. Los reporteros recibieron cartas oficiales que les permiten seguir viviendo y trabajando en China, pero pueden ser revocadas en cualquier momento.

Estados Unidos “trabaja incansablemente” para convencer a China de que permita que los periodistas estadounidenses puedan ejercer la profesión normalmente, aseguró Ortagus.

(Con información de AFP y EFE)

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