El presidente de China Railway Construction, el principal constructor de la red ferroviaria de alta velocidad más larga del mundo, murió repentinamente, a los 58 años, el 16 de agosto pasado. Chen Fenjian, que había tomado el timón de la megacompañía hace dos años, se habría quitado la vida, informó el South China Morning Post.
Aunque no hubo una explicación oficial de su muerte, la revista Caixin detalló que se había suicidado saltando de un edificio, citando a los conocedores de la industria y a los ejecutivos bancarios que hacen negocios con China Railway. The Paper, una aplicación de noticias propiedad del gobierno de Shanghai, también informó que Chen se suicidó al caer de un edificio.
Su muerte se produce cuando un equipo enviado por el regulador de activos estatales de la nación ha estado inspeccionando China Railway. La empresa, además de redes ferroviarias, también construye “hidrovías de dudosa calidad” y tiene proyectos en América Latina, de acuerdo a diferentes fuentes.
La muerte de Chen no es la primera en los titulares de los altos ejecutivos de las empresas chinas. Ha seguido a varias otras muertes repentinas e inexplicables en los últimos años. Todos, investigados por el régimen de Xi Jinping. Uno de los casos más resonantes fue el del jefe del Grupo HNA Wang Jian, que murió en Provenza, Francia, en julio de 2018.
Huang Wei, vicepresidente de la productora cinematográfica Bona Film Group, murió a los 52 años tras saltar de la sede de la empresa en Pekín en junio. Bai Zhongren, presidente de China Railway Group, otro importante constructor de ferrocarriles de propiedad estatal, se suicidó en 2014.
Chen hizo su última aparición pública el jueves 13 de agosto, cuando se reunió con el vicegobernador de la provincia de Hebei para discutir proyectos de desarrollo en la Nueva Área de Xiong’an, una zona económica especial elegida por el presidente Xi Jinping, según el sitio web de China Railway.
Nacido en la provincia de Guangdong, trabajó en una oficina del ministerio de transporte de 1983 a 1997 después de graduarse en una universidad en Changsha. Posteriormente ocupó varios puestos directivos, hasta el de vicepresidente, en China Communications Construction Group y su unidad cotizada en bolsa hasta 2018, cuando se trasladó a China Railway.
Las redes ferroviarias forman parte del proyecto de Xi para un “país socialista moderno”. China planea duplicar la longitud de sus vías de alta velocidad en los próximos 15 años. El país ya tiene unos 36.000 kilómetros de líneas de alta velocidad, lo que representa más de dos tercios del total mundial.
La inversión ferroviaria ha ayudado a contrarrestar el daño económico de la epidemia de coronavirus de este año. El gasto en proyectos ferroviarios aumentó un 1,2% con respecto al año anterior y alcanzó los 325.800 millones de yuanes (47.000 millones de dólares de los EE.UU.) en el primer semestre, mientras que la inversión general en activos fijos de China disminuyó un 3,1% en el mismo período.
La construcción de ferrocarriles de China tenía una relación deuda/activo del 27,3% al final del primer trimestre, en comparación con el 27% del Grupo de Ferrocarriles de China, y un promedio del sector del 24%, según datos de Bloomberg. Sus beneficios del primer trimestre cayeron un 24% con respecto al año anterior. Los resultados provisionales se esperan para el 29 de agosto.
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