Serbia y Kosovo anunciaron el viernes en Washington que normalizaron sus lazos económicos mutuos como parte de conversaciones auspiciadas por Estados Unidos, que también incluyeron el traslado de la embajada de la República de Serbia a Jerusalén y el reconocimiento de Israel por parte de Kosovo.
Después de dos días de reuniones con funcionarios del gobierno del presidente Donald Trump, el presidente serbio, Aleksandar Vucic, y el primer ministro de Kosovo, Avdullah Hoti, acordaron que sus naciones cooperarán en varios frentes económicos para atraer inversiones y crear empleos.
El anuncio en la Casa Blanca le dio a Trump una victoria diplomática antes de las elecciones presidenciales de noviembre y promueve el impulso de su gobierno para mejorar la posición internacional de Israel.
“En verdad, es histórico”, dijo Trump, junto a ambos líderes en la Oficina Oval de la Casa Blanca. “Espero ir a ambos países en un futuro no muy lejano”, agregó.
Los anuncios llegan pocos días después de la normalización de las relaciones bilaterales entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos, proceso en el que también medió Estados Unidos. La Casa Blanca ha alentado a otros países a que sigan los pasos de la nación del golfo y anticipó que podría haber nuevos anuncios de esta naturaleza antes de fin de año.
En esta línea, tanto Arabia Saudita como Baréin anunciaron que permitirían a Israel usar su espacio aéreo para llevar a cabo los vuelos directos hacia y desde los Emiratos Árabes Unidos.
La decisión de Serbia de trasladar su embajada de Tel Aviv a Jerusalén es un gesto de acercamiento diplomático tanto a Israel como a Estados Unidos. El gobierno de Trump reconoció a Jerusalén como la capital de Israel a fines de 2017 y trasladó la embajada de Estados Unidos allí en mayo de 2018.
El gobierno estadounidense ha alentado a otros gobiernos a hacer lo mismo, pero ha sido ampliamente criticado por los palestinos y muchos países en Europa porque el conflicto palestino-israelí sigue sin resolverse.
Kosovo, un país predominantemente musulmán, nunca antes había reconocido a Israel ni Israel había reconocido a Kosovo.
Además, Serbia se niega a reconocer la independencia proclamada por Kosovo tras la guerra que dejó 13.000 muertos a finales de los años 1990.
Kosovo declaró su independencia de Serbia en febrero de 2008, nueve años después de que la OTAN llevara a cabo una campaña de bombardeos aéreos durante 78 días para detener la violencia del régimen del autoritario Slobodan Milosevic contra la población albanokosovar.
Serbia es apoyada por Rusia y China, mientras que Estados Unidos se cuenta entre los primeros países que reconocieron el nuevo Estado kosovar.
Desde 2011, bajo el auspicio de la UE, Serbia y Kosovo llevaban a cabo un diálogo que ha logrado escasos avances y fue retomado en julio pasado tras un año y medio de suspensión. El objetivo de esas negociaciones es llegar a un acuerdo íntegro y jurídicamente vinculante entre Serbia y Kosovo.
Con información de AP, EFE, AFP
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