Alrededor del mundo, una de las medidas sanitarias más importantes para evitar la propagación de la COVID-19 entre la población es el uso de las mascarillas; sin embargo, esta recomendación provocó una importante controversia en Liverpool, Inglaterra, pues un oficial de policía roció a un pasajero de tren con gas pimienta, debido a que este se negó a usar una.
Los hechos sucedieron en un servicio de la línea Wirral, en la estación de Lime Street, en Liverpool, donde, según una grabación difundida por redes sociales, un policía se acerca a un sujeto para indicarle que debía usar la mascarilla, pero el hombre se resiste a ello, además de argumentar que no puede hacerlo, pues tiene una “condición médica”.
Ante esta conducta, el oficial de la Policía de Transporte Británica insiste en que debe tener el accesorio de protección contra la COVID-19 o de lo contrario deberá bajar del tren, pero el hombre, con los brazos cruzados y un semblante de molestia evidente, se niega a seguir las instrucciones.
“La ley no te permite tocarme. No tengo que ponerme la mascarilla y no puedes retarme”, dice el sujeto mientras el policía está parado a su lado. Tras un intercambio de palabras, la situación llega al punto más álgido cuando el oficial decide jalarlo para que salga del tren ante la negativa de usar la mascarilla.
Tras una serie de forcejeos, el policía saca una botella de gas pimienta y la acerca de manera amenazante al sujeto, quien se defiende y esconde entre sus brazos para que no le rocíen la sustancia en lo ojos. Mientras la discusión se calienta más, la persona que está grabando el momento le recuerda al policía que el hombre padece una “condición médica”.
Tras no poder sacar al sujeto del vagón, el policía solicita refuerzos a través de su radio. “Ya te dije que no tengo que usar una (mascarilla). ¡Ahora vete a la mierda!”, grita el pasajero con evidente enojo, quien se resiste ante los jaloneos.
Momentos después, el policía logra esposar una de las muñecas del hombre, lo que provoca que este se levante de su asiento con mayor molestia: “¡Qué carajos estás haciendo!”, comenta enojado mientras se mantiene encapsulado por el oficial, quien segundos más tarde logra disparar el gas pimienta.
De acuerdo con medios londinenses, después de un periodo de lucha entre el sujeto y la autoridad, llegaron los refuerzos para someter al sujeto, quien gritaba “¡ésta es la razón por la que no uso mascarilla!”, al tiempo que lo sacaban de la unidad de transporte. Ante esto, la reacción de los demás pasajeros era de molestia por el trato que recibió el hombre e incluso exigían saber el nombre del policía que se encargó de su arresto.
En Inglaterra, de acuerdo con las disposiciones de las autoridades sanitarias, los pasajeros del transporte público están obligados por ley a usar una máscara facial o, de lo contrario, deberán enfrentar una multa de 100 libras esterlinas.
En caso de que se trate de un segundo caso, el pago subirá a 200 libras y en una tercera ocasión ascenderá a las 400 de manera sucesiva hasta alcanzar el pago máximo, que es de 3.200 libras esterlinas.
Cabe mencionar que, según el reglamento implementado a partir de la emergencia sanitaria, los operadores del transporte público pueden impedir que los pasajeros viajen si no siguen las reglas e incluso les pueden ordenar que se bajen de la unidad.
No obstante, es importante señalar que existen una serie de exenciones a estas medidas. Por ejemplo, los niños menores de 11 años, aquellas personas que brinden alguna asistencia que dependan de sonidos claros para comunicarse, así como las que no puedan usarlas debido a una condición médica, como una enfermedad, una discapacidad física o mental o el hecho de que usarla le produzca una gran angustia.
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