Las reservas de uranio de Irán son diez veces superiores al límite fijado por el acuerdo nuclear de 2015

El Organismo Internacional de la Energía Atómica informó este viernes que la República Islámica continúa profundizando su programa, contraviniendo lo pactado hace cinco años

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En esta foto de archivo publicada por la Organización de Energía Atómica de Irán el 4 de noviembre de 2019, se muestran las instalaciones de enriquecimiento atómico de la central nuclear de Nataz, a unos 300 kilómetros al sur de la capital Teherán (Foto de HO / Organización de Energía Atómica de Irán / AFP)
En esta foto de archivo publicada por la Organización de Energía Atómica de Irán el 4 de noviembre de 2019, se muestran las instalaciones de enriquecimiento atómico de la central nuclear de Nataz, a unos 300 kilómetros al sur de la capital Teherán (Foto de HO / Organización de Energía Atómica de Irán / AFP)

Irán ya superó diez veces el límite de almacenamiento de uranio enriquecido fijado en el acuerdo nuclear de 2015, informó este viernes el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA). Teherán tiene unas reservas de 2.105,4 kilos, mientras que el pacto que firmó con las grandes potencias hace cinco años solo le permitía almacenar 300 kilos de uranio enriquecido en un determinado formato, equivalente a 202,8 kilos del material, detalló el OIEA en un informe.

La organización de la ONU anunció igualmente que sus inspectores visitaron uno de los dos sitios del programa nuclear de Teherán que tenía pendientes, como reclamaba desde hacía meses. Los técnicos que visitaron el sitio pudieron recoger muestras, que serán analizadas, explicó el OIEA.

El acceso a estos dos lugares es clave para esclarecer el origen de un material fisible no declarado por parte de Irán. El OIEA recibió en su momento información de varios países sobre la existencia de esos materiales y actividades no declaradas.

El presidente iraní Hassan Rohani se reúne con el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, en Teherán, Irán, el 26 de agosto de 2020 (Página web oficial del Presidente/Reuters)
El presidente iraní Hassan Rohani se reúne con el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, en Teherán, Irán, el 26 de agosto de 2020 (Página web oficial del Presidente/Reuters)

La organización “efectuará una visita al segundo sitio especificado más tarde, en una fecha ya convenida con Irán”, añadió. Irán accedió a esas visitas tras un viaje del director general del OIEA, el argentino Rafael Mariano Grossi, a Teherán la semana pasada. El régimen iraní se había negado a principios de año a dar acceso a esos dos sitios, lo que a su vez provocó que el OIEA exigiera de forma urgente el acceso en junio.

Ante la falta de acceso y progreso, Grossi había expresado su “seria preocupación” y la Junta de Gobernadores del OIEA aprobó una resolución exigiendo más cooperación de Irán. Pero el viaje del director para reunirse con la cúpula política y nuclear de la República Islámica destrabó el conflicto.

Rafael Grossi habla con la prensa tras su arribo a Teherán (REUTERS/Leonhard Foeger)
Rafael Grossi habla con la prensa tras su arribo a Teherán (REUTERS/Leonhard Foeger)

Esta disputa sobre acceso de los inspectores internacionales en Irán se produce en el marco del acuerdo de salvaguardas (controles) nucleares entre el OIEA e Irán, y no está directamente relacionada con el llamado plan de acción integral conjunto (JCPAO), de 2015. Según sus disposiciones, el país asiático no debería tener más de 300 kilos de uranio enriquecido, lo que equivale a unos 450 kilos de UF6. De ese material acumulado, unos 215 kilos tienen una pureza por debajo del nivel pactado del 3,67%, mientras que el resto supera ese límite y alcanza el 4,5%, siempre lejos de una posible aplicación militar que comienza a partir del 80 por ciento.

Irán empezó el año pasado a producir uranio de mayor pureza, violando el JCPAO, en respuesta a la salida de Estados Unidos del acuerdo en 2018 y en un intento de presionar a los países europeos del pacto para que le garanticen los beneficios económicos del acuerdo. Ese documento, firmado en 2015 en Viena, prevé ciertas limitaciones del programa nuclear de Irán para que la República Islámica no pueda hacerse con una bomba nuclear a corto plazo. A cambio, se levantaron las sanciones internacionales contra Irán, aunque Estados Unidos volvió a instaurar sus medidas punitivas en 2018, incluyendo un embargo petrolero.

Con información de AFP y EFE

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