La Unión Europea (UE) pidió a Rusia este jueves que colabore en una investigación internacional en torno al envenenamiento del opositor ruso Alexei Navalny y aseguró que no descarta tomar sanciones.
“La Unión Europea pide a la Federación Rusa que coopere plenamente con la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) para garantizar una investigación internacional imparcial”, explicó en un comunicado firmado por Josep Borrell, jefe de la diplomacia del bloque, en el que aseguró que se reserva “tomar las acciones apropiadas, incluidas medidas restrictivas”.
“El uso de armas químicas es completamente inaceptable bajo cualquiera circunstancia y constituye una seria violación del derecho internacional y los derechos humanos”, señaló Borrell
El gobierno ruso debe “hacer todo lo posible para investigar concienzudamente este crimen y con total transparencia” indicó el diplomático, agregando que la UE “seguirá de cerca el caso y sus implicancias”.
Distintas administraciones condenaron el miércoles el envenenamiento de Navalny, a la vez que pidieron explicaciones al gobierno de Rusia y se comprometieron a lograr que aquellos responsables rindan cuentas por las acciones. Entre ellas se destacaron las de Alemania, Estados Unidos y Francia.
La canciller de Alemania, Angela Merkel, indicó que el envenenamiento tendrá una “respuesta común adecuada” porque atenta contra los “derechos y valores fundamentales”, al tiempo que pidió respuestas al Kremlin.
Merkel hizo estas declaraciones después de que el hospital berlinés donde se encuentra en coma el opositor ruso confirmase que fue envenenado con una sustancia que se utiliza en la producción de armas químicas y que pertenece al grupo de Novichok.
Navalny, que lleva ingresado en el hospital Charité desde el 22 de agosto, fue “víctima de un crimen”, afirmó la canciller, que subrayó que en este caso hay “graves preguntas que sólo el Gobierno ruso puede y debe contestar”.
“Esperamos que el Gobierno ruso lo aclare. El mundo espera respuesta”, agregó la canciller en una breve declaración convocada de urgencia.
Poco después se pronunciaron públicamente las administraciones de Donald Trump y Emmanuel Macron. La primera lo hizo a través del Consejo Nacional de Seguridad, que indicó: “Estados Unidos está muy preocupado por los resultados anunciados hoy. El envenenamiento de Alexéi Navalni es un acto absolutamente condenable”.
Y agregó: “Rusia ya ha utilizado en el pasado el agente neurotóxico Novichok”, añadió, al precisar que Washington trabajará con sus aliados “para que los responsables en Rusia rindan cuentas”.
Por su parte, el ministro de relaciones exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, dijo en un comunicado que, “dado el estatus político del Sr. Navalny en Rusia, el ataque contra el genera preguntas serias”. “Es responsabilidad de las autoridades rusas responderlas”, agregó.
Merkel explicó que el gobierno alemán ya se había puesto en contacto con sus socios europeos y con sus aliados en la OTAN para ponerles al corriente, así como con el Bundestag (cámara baja alemana) y a la Organización para la Prohibición de Armas Químicas.
De hecho, también se pronunció sobre el hecho el titular de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien lo describió como “shockeante”.
Rusia ofrece cooperación
Por su parte, el Kremlin dijo que Rusia estaba dispuesta a cooperar plenamente con Alemania. No obstante, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, se quejó de que Rusia no había recibido respuesta a su solicitud de que los médicos alemanes compartieran sus hallazgos.
Insistió en que antes de que Navalny fuera evacuado a Berlín el 22 de agosto, Rusia no había encontrado rastros de envenenamiento, lo que refleja declaraciones anteriores de médicos.
“Antes de que el enfermo fuera trasladado a Berlín, en nuestro país se realizaron toda una serie de pruebas de acuerdo con todos los estándares internacionales, no se detectaron sustancias venenosas”, dijo, sin utilizar el nombre de Navalny como es práctica del Kremlin.
La canciller rusa Maria Zakharova criticó a Alemania por no proporcionar a Rusia pruebas de sus declaraciones en comentarios en la televisión estatal.
Navalny colapsó durante un viaje interno en Rusia el 20 de agosto y desde entonces sus colaboradores han hablado de un envenenamiento. Dos días más tarde fue trasladado en avión medicalizado a Berlín por petición de su familia.
Su condición está mejorando gradualmente, pero es demasiado pronto para predecir los efectos a largo plazo, dijo el miércoles el hospital de Berlín que lo trata.
“El paciente, cuyos síntomas fueron el resultado de la inhibición de la colinesterasa luego de un evento de envenenamiento confirmado, continúa mejorando”, dijo el hospital Charite en un comunicado.
“La razón de esta mejora es la recuperación gradual de la actividad de la colinesterasa”, dijo.
Está siendo tratado en una unidad de cuidados intensivos y permanece conectado a un ventilador.
Con información de AFP
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