La confirmación de que el principal líder opositor ruso Alexei Navalny fue envenenado con Novichok -un agente nervioso- generó una ola de condenas y pedidos de explicaciones al Kremlin a lo largo del mundo. Entre ellas se contó la del maestro de ajedrez y firme opositor al Gobierno de Putin, Garry Kasparov, quien se expresó al respecto con una irónica publicación en su cuenta de Twitter.
“Navalny fue envenenado con un agente nervioso que el Kremlin ha usado en el pasado. El ministro de Relaciones Exteriores ruso (Sergei) Lavrov dice que están investigando. Sí, ¡investigando por qué Navalny todavía está vivo!”, expresó quien es considerado, por muchos, el jugador más talentoso de la historia del ajedrez.
Kasparov hacía referencia al hecho de que en 2018 el Kremlin también se valió de la misma sustancia para ejecutar el intento de asesinato del ex agente doble Sergei Skripal en Salisbury, en el suroeste de Inglaterra. En ese caso las autoridades rusas también negaron su responsabilidad.
En la misma línea irónica, el ajedrecista notó a su vez que “la investigación de la Duma (el parlamento ruso) está en manos de Andrei Lugovoi, una de las personas que mató a (Alexander) Litvinenko en Londres con polonio”. “Fue instaurado en el parlamento ruso cuando debería haber sido extraditado. ¡Al menos nombraron a un experto!”, dijo.
El hecho en cuestión tuvo lugar en 2006, cuando el ex coronel fue envenenado con esa sustancia radiactiva. Tres semanas antes, este ex hombre de los servicios secretos había tomado el té con Lugovoi.
Su muerte provocó una crisis diplomática entre Londres y Moscú, que siempre rehusó extraditar al principal sospechoso. De hecho, el juez británico Robert Owen estimó que Putin “probablemente aprobó” un plan del servicio secreto, ya llamado FSB, para matar a su sonoro detractor.
Kasparov concluyó su publicación con un llamado a la acción: “Los hechos que asumimos como confirmados: un intento de asesinato del principal crítico de Putin que solo actores del régimen que hubieran recibido aprobación del régimen podrían haber realizado. Es un hecho enorme que demanda una respuesta avasallante antes de que continúe el frenesí asesino de Putin”.
Durante el día, numerosos actores de la comunidad internacional condenaron el envenenamiento y pidieron explicaciones al Kremlin, a la vez que pidieron explicaciones al Gobierno de ese país y se comprometieron a lograr que aquellos responsables rindan cuentas por las acciones. Entre ellas se destacaron las de Alemania, Estados Unidos, Francia y la OTAN.
La canciller de Alemania, Angela Merkel, indicó este miércoles que el envenenamiento de Navalny tendrá una “respuesta común adecuada” porque atenta contra los “derechos y valores fundamentales”, al tiempo que pidió respuestas al Gobierno de Rusia.
Navalny, que lleva ingresado en el hospital Charité desde el 22 de agosto, fue “víctima de un crimen”, afirmó la canciller, que subrayó que en este caso hay “graves preguntas que solo el Gobierno ruso puede y debe contestar”.
“Esperamos que el Gobierno ruso lo aclare. El mundo espera respuesta”, agregó la canciller en una breve declaración convocada de urgencia.
Poco después se pronunciaron públicamente las administraciones de Donald Trump y Emmanuel Macron. La primera lo hizo a través del Consejo Nacional de Seguridad, que indicó: “Estados Unidos está muy preocupado por los resultados anunciados hoy. El envenenamiento de Alexéi Navalni es un acto absolutamente condenable”.
Y agregó: “Rusia ya ha utilizado en el pasado el agente neurotóxico Novichok”, añadió, al precisar que Washington trabajará con sus aliados “para que los responsables en Rusia rindan cuentas”.
Por su parte, el ministro de relaciones exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, dijo en un comunicado que, “dado el estatus político del Sr. Navalny en Rusia, el ataque contra el genera preguntas serias”. “Es responsabilidad de las autoridades rusas responderlas”, agregó.
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